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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las materias primas como fusible

La obligación autoimpuesta de analistas de Bolsa y simples comentaristas de establecer, un día tras otro, relaciones de causa y efecto entre la actualidad y el comportamiento de los mercados da lugar a argumentarios de lo más pintoresco. Uno de los escuchados ayer señalaba que la Bolsa subía porque el alza de los precios de las materias primas indicaba una mejora del escenario macroeconómico.

Hay que hilar muy fino para llegar a esta conclusión. Hay que pensar que los operadores de materias primas son, por algún avatar del destino, más avispados que los de renta variable. Y que esta particularidad no ha sido detectada por los operadores de renta variable hasta este mes, dado que antes el mercado del cobre y el níquel no se había utilizado como referencia.

Es más verosímil que los mercados de materias primas se hayan convertido en un indicador no del clima económico, sino del sentimiento de mercado. Buena parte del alza de precio del petróleo o el cobre ha venido, precisamente, por la llegada masiva de dinero procedente de fondos de inversión, algunos de ellos con un perfil muy especulativo.

Así, la mejora de los precios, justificada originalmente por la mayor demanda de materiales procedente de India y China, terminó alimentándose a sí misma gracias a la entrada de capital. Las materias primas prometían dinero rápido, y de hecho lo proporcionaron durante los últimos años.

Una vez cambió el tercio de los mercados, no obstante, las materias primas han pasado a percibirse como uno de los activos de mayor riesgo. Como no son acciones ni bonos, sino bienes tangibles -como los sellos- las subidas de precio estaban basadas sólo en las expectativas de que más inversores acudiesen a este mercado, y no en su capacidad para generar dinero a lo largo del tiempo.

De este modo el mercado ha ido ajustando sus propias dinámicas, hasta el punto de que hoy por hoy las materias primas se han convertido en una suerte de fusible. Si el sentimiento en el mundo financiero es negativo, lo primero que se vende son las materias primas. Si está de buenas, son los activos que con más fuerza suben. Porque, al final, el petróleo -o en cobre- es lo de menos. Lo que cuenta es la apuesta, la compra o venta de riesgo.

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