Matrimonio de conveniencia
Lo que no pudo ser hace dos años se cumplió ayer. Axa ha llegado a un acuerdo con Credit Suisse para comprarle Winterthur. En 2004 la difícil situación del mercado asegurador frustró la operación. Pero algo quedó claro: a Credit Suisse no le interesaban los seguros, y Winterthur (presente en 17 países, con 19.000 empleados y 13 millones de clientes) tenía el cartel de se vende. Aunque había vuelto a los beneficios, la poca rentabilidad de la aseguradora era un quebradero de cabeza en la matriz, que en 2005 dijo que la sacaría a Bolsa. O sea que los dos últimos años el grupo ha barajado la venta, la excisión o salida a Bolsa. Ahora parece haber encontrado la solución, y a buen precio: 7.900 millones de euros y el compromiso de refinanciar deuda por otros 1.000 millones, casi todo préstamos del propio Credit Suisse.
La operación es un matrimonio de conveniencia por partida doble. De un lado, el grupo suizo borra lo que a menudo ha sido un punto negro de sus cuentas y se centra en su objetivo: la banca (minorista, privada y de inversión). Del otro, Axa da un notable salto en el sector. La Bolsa premió con una subida del 1,35% la suelta de lastre del primero, mientras Axa bajó el 1,77%.
Pendiente del visto bueno de las autoridades de Competencia, la nueva Axa-Winterthur desbancará a Allianz como líder europeo y se convierte en uno los cinco grandes del mundo. Un salto con especial relevancia en España, donde Axa, al contrario que Winterthur, apenas crecía. La nueva compañía, con 4.240 empleados y 3,8 millones de clientes en España, salta al segundo lugar del ranking. Aunque lejos de Mapfre, supera de un golpe a sus grandes competidores Allianz y Generali y está llamada a jugar un papel activo en un sector que se está reorganizando y requiere nuevos objetivos.
Henri de Castries, consejero delegado de Axa, anunciaba hace un par de años que el grupo francés iba a ser clave en la consolidación del sector en el mundo. Esta es una oportunidad única. La duda por ahora es si los dos años transcurridos desde entonces habrán sido tiempo perdido o ganado.