Saturación en la costa
Dos variables han empujado al alza la actividad y los precios inmobiliarios en los últimos años en las costas: la demanda extranjera y la compra con el objetivo de inversión, no de consumo. Pero estos dos componentes del mercado comienzan a perder fuerza como consecuencia de cierto agotamiento en el recorrido de los precios, que ha llevado a los activos inmobiliarios a niveles de encarecimiento desconocidos, lo que los hace cada vez menos atractivos. Ahora, el mercado se desplaza, ciertamente que con lentitud, a emplazamientos turísticos más baratos.
Esta pérdida de temperatura, limitada por ahora, es una buena noticia para que ceda la presión en el mercado. Pero es también una señal positiva para frenar la utilización intensiva de suelo en la costa, que soporta un coste medioambiental altísimo y que pasará una desmesurada factura en el futuro si no se ataja a tiempo con exigentes cambios normativos.