La Generalitat 'entiende' el boicot a Procter & Gamble
El consejero de Industria de la Generalitat de Cataluña, Jordi Valls, dio ayer un paso más en la crisis de Braun, al advertir a P&G, su actual propietario, sobre la 'responsabilidad social' en el proceso de cierre de la planta de Esplugues (Barcelona). Valls recordó al grupo norteamericano su 'obligación' de preparar un plan de recolocación.
En declaraciones a la cadena autonómica TV3, Valls remarcó que la defensa del valor para los accionistas en las empresas 'tiene un límite, que es la responsabilidad social'. El máximo responsable de la política industrial de la Generalitat realizó estas afirmaciones un día después de viajar a Ginebra (Suiza) y entrevistarse con los directivos europeos de P&G. Este grupo, que ya ha anunciado que prepara un detallado plan social, insistió en su voluntad de cerrar la factoría en la que trabajan 700 personas en 2008.
Jordi Valls afirmó que entiende 'perfectamente' el boicot planteado por los trabajadores de la factoría española a los productos de Procter, aunque indicó que él no participará en esta iniciativa. Sin embargo, matizó que 'como consumidor cada vez tendré más en cuenta los productos amistosos con el medio ambiente y la responsabilidad social de la empresa y qué decisiones toma con respecto a los trabajadores'. Valls añadió que 'cuando Procter & Gamble toma la decisión de incorporar a Braun debe asumir los activos y los pasivos de las decisiones que tome Braun'.
El consejero de Industria, Jordi Valls, pide un plan de recolocaciones
La administración ha intentado negociar hasta el momento el mantenimiento de alguna línea de producción de la factoría de Esplugues, o el centro de I+D, que la multinacional prevé trasladar a Alemania. Para compensar el cierre, Procter ha destacado la voluntad de aumentar las inversiones en la factoría de productos de limpieza ubicada en Mataró (Barcelona), que pertenece a otra división del grupo.