Turquía cierra el primer capítulo de la negociación para su ingreso en la UE
Bruselas y Ankara lograron ayer cerrar el primero de los 35 capítulos en los que está dividida la negociación para el posible ingreso de Turquía en la Unión Europea.
Chipre, el país miembro de la UE al que Turquía se niega a reconocer oficialmente, mantuvo hasta el último momento el suspense sobre la posibilidad de concluir esta primera etapa.
Nicosia, la capital de república greco-chipriota, retiró finalmente sus objeciones y los 25 ministros de Asuntos Exteriores de la UE, reunidos en Luxemburgo, pudieron finalmente dar carpetazo a un capítulo de escasa importancia en el acervo comunitario, como es el relativo a ciencia e investigación. Las dificultades de última hora han servido, sin embargo, para indicar a Ankara la importancia de que normalice sus relaciones con Chipre.
Nicosia, como el resto de las capitales comunitarias, dispone de derecho de veto para la apertura y cierre de cada uno de los capítulos de negociación con Turquía. El proceso, al que se augura una duración de más de una década, puede prolongarse aún más, si Ankara sigue sin reconocer la existencia del estado chipriota.
Ankara vincula esa decisión al proceso de paz auspiciado por las Naciones Unidad, que la población greco-chipriota rechazó en referéndum.
Turquía, además, no parece dispuesta a dar ningún paso irreversible hacia Chipre mientras no tenga la certeza de que su candidatura a la Unión Europea puede llegar a buen puerto. El Gobierno turco firmó el año pasado el protocolo adicional, que amplía el acuerdo aduanero de Ankara con la UE a los diez Estados miembros que ingresaron en 2004 -entre ellos Chipre-, pero en un anexo aclaró que ello no significaba un reconocimiento de Nicosia, con quien no mantiene relaciones diplomáticas desde la división de la isla en 1974.
Además, Ankara se niega a permitir a barcos y aviones chipriotas utilizar sus puertos y aeropuertos, algo a lo que le obliga el protocolo.
Las negociaciones con Turquía son un apartado más del proceso de ampliación de la Unión Europea hacia el sureste del Continente. El proceso, que se abordará en la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del 15 y 16 de junio, se encuentra en estos momentos en una fase de parálisis. De hecho, hay un buen número de Estados miembros, entre ellos España, que han solicitado informalmente que se frene el proceso de adhesión para asentar antes la integración de los últimos socios del Este.