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Formación

Cuando equivocarse no supone la ruina de la firma

El banco ha estado a punto de llevarse nuestros activos, ha sido angustioso'. A pesar de sus palabras Jaume Maspons no es un empresario. Viste unos pantalones verdes caqui, un polo celeste de manga corta y unas zapatillas de esparto. Tiene 21 años y está explicando ante de sus compañeros de cuarto curso de Ciencias Empresariales de la escuela de negocios Esade lo que ha sentido mientras participaba en el juego de gestión al que han dedicado dos mañanas. 'Intentaremos que no nos pase en la vida real, porque seguro que las emociones que se sienten cuando ocurre de verdad son mucho más intensas que las que hemos tenido hoy', cuenta.

El juego al que Jaume se refiere se llama Anticipa. Su objetivo es 'proporcionar a los alumnos una experiencia que les permita aprender a gestionar en la complejidad y en la incertidumbre', según explica Claudio Drapkin, socio director de la consultora Solo, la empresa que está desarrollando Anticipa. Una de las principales ventajas de esta sistema de aprendizaje es que crea un micromundo acorde con la realidad y los conocimientos de los participantes, donde el error no tiene los costes de la vida real.

Los alumnos están encantados con la experiencia. Cuando valoran la trayectoria de sus empresas hablan de la ROE acumulada, del nivel de endeudamiento y de crear valor como si realmente el dinero y la empresa fueran reales. Víctor cree que en las universidades 'se peca un poco de ver las cosas siempre a nivel teórico' y asegura que el juego les ha permitido verse en situaciones fuera de lo normal y analizar cómo interaccionaban entre ellos a medida que aparecían los problemas.

En la práctica, los 35 alumnos, nacidos en 1984, han formado cinco grupos-empresa. Cada empresa tiene por objetivo montar un puzle diferente y para ello recibe al inicio de la partida el mismo número de piezas (que pueden o no pertenecer a su puzle) y la misma cantidad de dinero en efectivo. Durante las ocho horas dedicadas a la actividad se produjeron dos fusiones de empresas. Con ellas ocurre lo mismo que en la economía real, sólo tienen sentido si las actividades de las dos firmas son complementarias o, hablando en términos del juego, cuando un grupo y otro poseen piezas que pertenecen al mismo puzle. Los jugadores asistieron a tres subastas de piezas, endeudándose si era necesario, teniendo en cuenta que el valor de las piezas integradas en el puzle es superior al de las piezas sueltas.

'El juego tiene un enfoque sistémico y pretende que los participantes vean que todo está relacionado, que no puedes tocar una variable sin que repercuta en 38 o 40 más', explica Pedro Sepúlveda, profesor de Finanzas y Política de Empresa de Esade. 'También pretende demostrar lo importante que son las relaciones personales'. Sepúlveda explica que más allá de los balances la capacidad de endeudamiento también depende de la relación que se tenga con el banco, 'de la capacidad de descolgar el teléfono y conseguir el préstamo prácticamente sin necesidad de mirar tus cifras', explica.

50 directivos de una editorial jugarán a Anticipa

Anticipa es una adaptación libre de un juego de simulación desarrollado por la Universidad de Chile y que Esade compró para jugar en su programa de alta dirección en el año 2004. Uno de los jugadores de aquella sesión fue Claudio Drapkin, que en la actualidad es socio director de Solo Consulting, la firma que junto a Mediterráneo Consultores se dedica a desarrollar elementos del juego. 'En realidad', explica Drapkin, 'Anticipa se parece muy poco ya a aquel juego, nosotros hemos potenciado mucho la etapa de reflexión de los jugadores'.Durante la experiencia, los participantes hacen tres altos en el juego para reflexionar respecto a la claridad en los roles del equipo, el nivel de delegación, de comunicación interna, la capacidad de negociación, los estados de ánimo por los que pasan y cuáles han sido los principales logros y las principales barreras. Un grupo editorial de Madrid será la próxima empresa que brinde esta experiencia a un grupo de 50 directivos. 'Los directores del juego de cada sesión lo pueden enfocar hacia aquellos aspectos que más interese explotar: estrategia, liderazgo, comunicación...'. Anticipa está pensado especialmente para ejecutivos que afronten decisiones en entornos de incertidumbre y para los que estén inmersos en procesos de cambio.Otra de las piezas claves del juego es el papel del observador. Cada grupo designa a uno que será el encargado de analizar lo que va ocurriendo a la vez que desempeña el papel de auditor de los balances.'Es un espacio ideal para aquellos directivos que escogen libremente darse cuenta de sus posibles errores de gestión y corregirlos'. ¿Pero la capacidad para emprender no es innata? Drapkin cree que no tanto como se cree, que se puede desarrollar si existe voluntad de aprender.

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