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EE UU se prepara para una nueva temporada de huracanes

Hay empresas que aún están reparando daños del año pasado y las primas de seguros han subido hasta un 30%

El 1 de junio los obreros de Nueva Orleans seguían trabajando en turnos de 24 horas para reparar y asegurar muchos de los diques que sucumbieron tras el paso del huracán Katrina el año pasado. Es una tarea contrarreloj. Oficialmente desde ese día EE UU entra en una temporada de huracanes que acaba en noviembre.

Los científicos de la NOAA (la agencia oceánica y atmosférica) y el Centro Nacional de Huracanes han calculado que habrá 16 tormentas y seis de ellas huracanes. Será una temporada mala pero no tanto como en 2005, año en el que hubo 15 huracanes, siete de ellos de categoría 3 en adelante que acabaron con unas 1800 vidas, forzaron a millones a desplazarse, causaron billonarias pérdidas, una desgraciada imagen por la pobre gestión del desastre y el principio de la actual caída en picado de la popularidad de George Bush.

Se espera que alguno de estos huracanes descarguen su furia sobre tierra, incluso en el noreste, por lo que las autoridades, las aseguradoras y la iglesia piden que se esté preparado.

No todos lo van a tener fácil. Las aseguradoras tuvieron el año pasado el más duro de sus ejercicios por lo que respecta a catástrofes. Los costes de pérdidas aseguradas por el Katrina (ver cuadro) prácticamente duplicaron las del 11S que fueron de 18.800 millones en el año 2001. Ahora muchas han subido las primas hasta un 30% y algunas han decidido no sobreexponerse a las zonas costeras del Atlántico y el Golfo donde vive el 30% de la población del país y a donde más de 33 millones de personas se han trasladado desde 1980. Hay a quienes les niegan un seguro contra catástrofes o quien no se lo puede permitir.

Las autoridades piden a los ciudadanos, incluso a los de Nueva York, que se preparen kits de emergencia e incluso Florida ha exento del impuesto de ventas a ciertos productos durante 16 días. Quieren que se lo tomen en serio porque no van a poder ayudar a todos. Y eso pese a que en Seguridad Nacional y protección civil (FEMA) dicen estar mejor preparados y se cuenta con 367.000 efectivos de la Guardia Nacional como refuerzo.

No obstante, el responsable de Seguridad, Michael Chertoff, reconoció estar preocupado porque hay zonas, muy perjudicadas por el año pasado, que son aún 'muy vulnerables'. A Chertoff le preocupa que no se haya terminado de asegurar los diques y los campos de endebles trailers donde viven unas 200.000 personas en Luisiana y 100.000 más en Misisipi. La temporada de huracanes también ha pillado reparando daños al sector del gas y el petróleo. Mars, la mayor plataforma del Golfo, de Shell, empezó a operar hace una semana y se espera que llegue a su capacidad total a fines de mes. En el Golfo se produce el 29% del petróleo de EE UU y el 20% del gas. El último informe del Gobierno, del 3 de mayo, afirma que falta producción por recuperar.

Jeff Rubin y Peter Buchanan de CIBC dicen que la temporada de huracanes empieza con un 17% de producción menos que antes del Katrina y que si se pierden 750.000 barriles al día este año, el precio del Texas llegará a 78 dólares y la gasolina a 3,5 dólares el galón (ahora ronda los 2,90) si se perjudican las refinerías.

En las iglesias se pide que se esté alerta y preparado. Y se reza.

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