Un dormitorio austero en ACE
Justo Quintanar necesita un lugar tranquilo para sentirse como en casa
Lo que de verdad necesita para trabajar Justo Quintanar, director general en España y vicepresidente regional para Latinoamérica de la compañía de seguros ACE, es luz natural y mucha tranquilidad, aunque también reconoce que en muchos momentos necesita cierta 'vidilla' que le dé energía. La puerta de su despacho, ubicado en la zona norte de Madrid, siempre está abierta.
Nació en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) hace 46 años, lleva ocho años ocupando el mismo espacio y advierte que ya es un poco como su dormitorio, donde pasa más horas. Trabaja de 8.30 de la mañana hasta las seis de la tarde, y a la vista de estos horarios se puede decir que es de los ejecutivos más prudentes con su jornada laboral. Tampoco le gusta que la gente trabaje más horas de las previstas. Si alguien lo necesita, le recomienda un curso de reciclaje. 'Creo que la gente que se queda muchas horas trabajando es porque no rinde en las horas que tiene que hacerlo. Yo no ficharía a nadie que necesita tantas horas o que le quiera dedicar tanto tiempo al trabajo. No es bueno', explica Quintanar, que matiza que hay ocasiones, debido a alguna punta de trabajo, que hay que dedicarle más tiempo.
'Lo importante es que el trabajo salga, que la gente trabaje a gusto y que los clientes estén satisfechos. En horarios hay que ser flexibles, porque el que llega tarde llega siempre tarde. Lo que me importa es que todo se haga bien'. Se define como un ejecutivo cercano y accesible, tanto a 'compañeros como a clientes'. Y muy directo a la hora de afrontar los problemas y sus ejecuciones.
'En las empresas el guión está escrito, lo que hay que hacer es interpretarlo y ejecutarlo bien. Todas las organizaciones tienen unos planes y saben lo que le tienen que pedir a un ejecutivo, lo que hay que hacer es jugar con alegría las partidas y dejar a la gente que las jueguen', añade Quintanar. Y explica que los grandes fracasos vienen, en muchas ocasiones, porque no se sabe comunicar bien al resto de la plantilla lo que se tiene que hacer.
Lo compara, porque es un gran aficionado, a la disputa de un partido de fútbol. 'Nos equivocamos porque no nos han dicho bien cuál era nuestra misión dentro del equipo'. Y añade que es curioso que todo esto ocurra precisamente en la era de la comunicación. 'Es curioso que sea eso lo que más daño pueda hacer a una empresa. Justo Quintanar es ingeniero técnico industrial, formación que ha completado con un programa de negocios internacionales en la escuelas de negocios francesa Insead. Ha dedicado prácticamente toda su carrera profesional, casi dos décadas, al sector de los seguros, ocupación de la que se siente muy orgulloso. Lo explica: 'No es fácil enamorarse de una profesión como la de los seguros. Hace unos años hasta se ocultaba que una persona se dedicaba a esto. Culturalmente estaba mal visto y no era lo mismo que dedicarse a cualquier otra actividad'.
Pero más que echarle la culpa a nadie, Quintanar hace autocrítica. 'No nos hemos valorado nosotros lo suficiente. Somos un sector con ánimo de lucro, pero como todos los sectores. Además, el sector de los seguros ha contribuido con una gran aportación financiera y de modernidad a la sociedad'.
Quintanar se siente a gusto en ACE porque se identifica plenamente con los valores de la compañía. 'No ocurre siempre que la empresa te deja espacio para poder desarrollar todos tus planes'. Desde 1998 ocupa el puesto de director general en España y cree que su gran aportación a la compañía ha sido dotarla de estabilidad y de crecimiento con beneficios. 'Creo que también he contribuido a que la forma de trabajar no sea la mía, sino la que hemos construido entre todos. La gente en esta empresa tiene muy claro lo que tiene que hacer y yo tengo que ponerles en el disparadero para que puedan aportar ideas e iniciativas'.
Un equipo unido por el fútbol
Su despacho no lo ha decorado él, se limitó a seguir los consejos e instrucciones que le dio su secretaria. Tiene varios regalos de sus dos hijos, de 14 y 12 años. Y pocas cosas más. Lo que sí tiene son copas y objetos relacionados con el fútbol. ACE participa en un campeonato de fútbol sala que se organiza entre varias empresas, y alguna vez ha conseguido llevarse el gran premio. Justo Quintanar se vio obligado a jugar y a secundar a sus empleados. Y tenía claro que quería ganar. 'Siempre lo he querido. No me gusta perder ni en los entrenamientos', afirma este ejecutivo, que cuando rememora las hazañas deportivas de sus empleados desprende cierto orgullo. Y es que juega con una plantilla joven.La media de edad de ACE es de 33 años, pero asegura que lo mejor es tener también a gente joven con 20 o 25 años, sobre todo para determinadas áreas del sector asegurador como es el de suscripciones, marketing o riesgos. Asegura que la gran apuesta de una compañía como la que él dirige es la especialidad. En este caso, en el negocio industrial. 'Es lo que da valor añadido'.Cuando no trabaja, asegura que no hace nada especial, salvo estar con la familia, ver cine en su casa, leer o disfrutar del campo.