Las 'telecos' esperan, aún, su momento
De cuando en cuando, los periodistas que escribimos de esto de la Bolsa, realizamos una pregunta recurrente a cuanto analista se nos pone a tiro: '¿Para cuándo el repunte de las compañías de telecomunicaciones?
La pregunta tiene su miga, porque el sector, al menos en Europa, goza de los parabienes de numerosas casa de análisis y bancos de inversión, que aprecian de las compañías el esfuerzo realizado para sanear sus balances y lo atractivo de sus valoraciones bursátiles. Sin embargo, las acciones no terminan de despegar; no salta la chispa, el catalizador que impulse las cotizaciones hasta las valoraciones que teóricamente merecen.
Las telecos fueron a finales de los noventa el adalid europeo de las compañías de crecimiento. Sus inversiones y su endeudamiento se destinó entonces, entre otras cosas, a lograr licencias de telefonía móvil de tercera generación a través de perversas subastas tuteladas por los Gobiernos. Seis años después, las compañías se han saneado y han dejado de ser empresas de crecimiento para casi recuperar un carácter defensivo.
Las empresas no repuntan en Bolsa porque los inversores perciben riesgos, como puede ser la telefonía virtual, a través de internet. Ha habido también algunas advertencias sobre resultados en varias de las grandes compañías, que han aflorado las dudas sobre la fortaleza del sector.
La semana pasada, Telefónica celebró el Día del Inversor; dos jornadas durante las cuales mandó un mensaje de confianza, no sólo sobre la compañía, sino sobre el sector. Porque lo que vino a decir, entre otras muchas cosas, es que las últimas advertencias de resultados obedecen a problemas propios de compañías concretas, no del sector en su conjunto.
Habrá que comprobar ahora si el mensaje de Telefónica sirve de catalizador para todo el sector, o los periodistas seguiremos recurrentemente preguntando a los analistas: '¿Para cuándo un repunte de las telecos?'