'La presencia de directivas no debe ser impuesta'
Es mujer y además ha dirigido una empresa como Renfe. Con este equipaje cree haber dado con los secretos del liderazgo y lo cuenta en su libro El encanto de Hamelín.
Por edad, Mercè Sala (Barcelona, 1943) pertenece a esa generación de españolas que, en su gran mayoría, ni accedieron a la universidad, ni mucho menos a los puestos directivos de las grandes empresas. Sin embargo ella, con dos hijos y a punto de ser abuela, tiene un bagaje bien diferente: estudió económicas, pronto comenzó a trabajar en el Banco Industrial de Cataluña, después de la transición dirigió el metro y el autobús de Barcelona y presidió cinco años Renfe. En la actualidad, y tras pasar por la empresa privada, preside el Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña. 'Lo bueno de mi, y así me lo dicen, es que soy normal'.
Acaba de publicar El encanto de Hamelín, un libro sobre liderazgo, ¿cómo se ve como líder?
Eso habría que preguntárselo a los demás. Pero yo creo que el líder ideal es el que se muestra normal. Desde que dejé Renfe 1996, al año me llaman cuatro o cinco veces para que dé cursos de liderazgo y en ellos explico que el buen líder es el que no tiene carisma porque, si es carismático, lo probable es que abuse de este rasgo y un líder ha de formar parte de un equipo. Ser líder es dirigir equipos y el carismático, por definición, no forma parte de equipos.
Un capítulo aborda el estilo femenino de liderazgo, ¿cree que hay diferencias entre hombres y mujeres?
En esto soy muy cauta y he optado por reflejar las opiniones que sobre el tema tienen otras mujeres. He querido que sea el lector el que reflexiones si las afirmaciones que salen las habría dicho o no un hombre. Hay una que me gusta especialmente: 'ser madre significa creer en la gente y aceptar sus debilidades, su fragilidad y sus momentos de irracionalidad'. Dudo que esto lo hubiera dicho un hombre. Lo que sí he visto es que en las entrevistas a mujeres líderes hay más frescura que en las de los hombres, pero puede ser porque a ellos nunca les preguntan cosas personales.
¿Está a favor de la discriminación positiva o de cambiar la forma de trabajar para adaptarla a la mujer?
Lo que no hay que hacer es una discriminación impositiva. La presencia de directivas en las empresas no debe imponerse. Medidas como las guarderías en la empresa o que de verdad se salga del trabajo a las siete y que se acabe con las reuniones interminables sí que ayuda a que haya más mujeres y cuantas más estemos, más cosas irán cambiando. También creo que todo esto sería un proceso más sano y natural si saliera de las empresas que de un gobierno.
¿Hay un liderazgo español?
En España tenemos mucha capacidad para hacer de bomberos, apagamos fuegos con rapidez y creatividad. Somos imaginativos e improvisamos. La otra cara de esta moneda es que no nos gusta gestionar el tiempo, preparar las cosas y analizar todo de antemano.
De verdad, para captar y retener a un líder, ¿hay que pagarle mucho?
Muchas situaciones que salen a la luz son excepcionales. No obstante, sí me apunto a la gente que opina que nos estamos pasando con los sueldos de los altos directivos. La brecha salarial entre un puesto medio y un directivo se está agrandando y esto no es bueno.
¿Qué estilo de liderazgo le va?
El equipo de dobles funciona. Es el sistema americano, en el que el chairman habla y el presidente organiza. En política aquí lo vivimos con el tándem Felipe González y Alfonso Guerra.
En Renfe aún hay algo de su herencia como mujer presidenta?
En lo que a la presencia de la mujer se refiere, pues en Renfe esto está mal. Pero sí creo que fomenté el trabajo en equipo y la responsabilidad de la gente, algo que aún perdura.
Las cinco leyes del liderazgo a partir del flautista de Hamelin
'Mujeres que hayan dirigido grandes empresas y que hayan escrito sobre liderazgo creo que hay poquísimas y esto es lo yo aporto con este libro' afirma Mercè Sala. Al tiempo reconoce que en esto del liderazgo la empresa española no está muy puesta, 'en la mediana empresa se cree que el propietario es líder porque es propietario y el hijo del propietario es también líder por ser el hijo', explica.Escrito a partir de los conceptos más importantes que nutren sus conferencias, El encanto de Hamelín utiliza el cuento de El flautista de Hamelin como punto de partida el flautista dirige sin fricciones para elaborar las cinco leyes del liderazgo: para mantener la prosperidad hay que innovar; actuar en lugar de reaccionar; el mayor capital de una empresa son sus ideas; ser fiel a unos principios fortalece el liderazgo; y el mejor liderazgo es el que menos se nota. El libro también ofrece abundantes referencias literarias y de la gran pantalla. 'De las películas destacaría Hoosiers, con Gene Hackman, para valorar el trabajo en equipo. En libros, de El arte de la Guerra me sorprende su sensatez'.