¿A quién le toca tomar las riendas?
Lo único bueno de las caídas de la Bolsa es que generan oportunidades de compra. Tan obvio como decir que si los precios caen, las acciones se abaratan. Pero el reciente batacazo de la Bolsa ha puesto en juego otras variables que hacen que no todos los activos estén de repente baratos, o al menos que no sean igualmente atractivos.
El martes pasado, Abby Joseph Cohen, estratega jefe de Goldman Sachs en Estados Unidos, aprovechó una comparecencia pública para reflejar las buenas perspectivas que para el banco de inversión tienen las grandes compañías estadounidenses, después del desplome de los últimos días.
Estas empresas tienen a su favor que su volatilidad es mucho menor a la de otros activos, como las compañías de mediana capitalización o los mercados emergentes. Y, si en estos días, los blue chips estadounidenses han sido tan volátiles como el resto del mercado, serán los primeros en recuperar la situación de calma chicha en la que han estado cotizando en los últimos años.
Las pequeñas compañías y los mercados emergentes han sido en estos años los activos bursátiles que más se han revalorizado, al calor de una enorme inyección de liquidez en el mercado y de un aumento considerable del apetito de riesgo.
Ahora la situación es bien distinta. Los tipos en Estados Unidos han estado subiendo casi dos años, con lo que la liquidez ya no es la misma. 'Parece que los inversores se dan cuenta ahora de eso', señaló Abby Cohen.
Y, de repente, el mercado reacciona a la subida de las materias primas, temiendo su impacto sobre la inflación y el crecimiento, como si el petróleo hubiera comenzado a subir antes de ayer.
Lo bueno de todo esto es que ciertos activos de calidad que lo han pasado peor en los últimos meses pueden tomar ahora las riendas del mercado. Por ejemplo esos blue chips.