Dos de cada tres empleos se crean en áreas donde cae la productividad
La productividad española sólo ha crecido un 3% en los últimos diez años. Esto se debe fundamentalmente a que entre 1995 y 2005 dos de cada tres empleos se crearon en sectores donde ha caído la productividad en estos diez años. Sobre todo en la construcción, hostelería y comercio.
El indicador laboral que elaboran trimestralmente el grupo Adecco y la escuela de negocios IESE ha concretado las cifras de un problema que la mayoría de los analistas y expertos vienen denunciando en los últimos años: la grave erosión de la productividad en la economía española.
Según este estudio, elaborado en el primer trimestre del año, entre 1995 y 2005 la productividad (definida como el valor de la producción por cada persona ocupada) creció a una media del 0,3% anual. Así, los españoles son ahora sólo un 3% más productivos que hace diez años.
Pero este problema se extiende a todos los sectores. Así, los servicios de mercado (hostelería y comercio fundamentalmente) registraron caídas anuales de productividad del 0,7% entre 1995 y 2000; y aunque hubo una recuperación entre 2001 y 2005, con crecimientos anuales del 0,3%, la media de los diez años resultó una caída de la productividad del 0,2% anual en el sector. Esto ha ocurrido, incluso cuando en este área se incluyen actividades con crecimientos de productividad como la intermediación financiera. Por el contrario, los sectores vinculados a la energía han logrando un aumento anual medio de la productividad del 3,6% y la industria, del 1,2% anual.
El hecho de que la productividad sea negativa significa que el número de trabajadores de un sector aumenta más rápidamente que la productividad. En otras palabras, con más trabajadores se produce lo mismo o incluso menos. El ejemplo más claro, según este indicador, es la construcción, que ha incrementado su número de ocupados un 43,3% en estos diez años, pero el valor de lo producido sólo creció un 33%. Igualmente, el número de trabajadores de la hostelería creció un 21,6% y la producción, sólo un 12,3%.
Inmigrantes autónomos
Otra de las realidades que pone de manifiesto este indicador, es que la presencia de trabajadores inmigrantes es proporcionalmente mayor en España que conjunto de Unión Europea, sin contar los países de la ampliación. De hecho, el 12% de los trabajadores del mercado español son extranjeros, el doble que en la UE-15 (6%). Además, es reseñable que en los doce meses anteriores a marzo, los extranjeros fueron los únicos que crearon empleo autónomo, ya que generaron 3.500 puestos frente a una caída de 7.800 empleos por cuenta propia entre los españoles.
Según los resultados de los análisis de los mercados laborales de seis comunidades autónomas (Madrid, Cataluña, Andalucía, Valencia, País Vasco y Galicia) que hace este indicador, la creación de empleo 'entrará en una fase de normalización' y frenará su crecimiento al 4,3% en el segundo trimestre de este año y al 3,8%, en el tercero.
El indicador espera que la reforma laboral empiece a tener efecto en septiembre y cree que su impacto en la reducción de la temporalidad será mayor sobre dos extremos del mercado: aquellos puestos de trabajo más especializados y en los de menor cualificación. Si bien, añaden que la contratación temporal será la que siga creciendo a mayor ritmo.
Trichet urge a la zona euro a recuperar terreno
Los países de la zona euro deberán acelerar la puesta en marcha de reformas estructurales que impulsen la productividad de sus economías y recorten su inflación. Este es el mensaje que lanzó ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet en una conferencia organizada por la OCDE (la organización que agrupa a los 30 países más desarrollados del mundo).La máxima autoridad monetaria europea advirtió que se mantiene 'muy, muy vigilante' acerca de estas reformas. Esta advertencia surge ante un hecho evidente: mientras que EE UU ha duplicado su productividad desde los años ochenta, los países europeos la han reducido a la mitad.Trichet constató que los estadounidenses disponen de mayor renta por este motivo. Así, señaló que la brecha del crecimiento de la renta per cápita entre Estados Unidos y la Unión Europea ha aumentado a un ritmo del 0,8% en favor de los estadounidenses desde los años noventa y explicó que 'la principal causa es la divergencia entre la productividad y, en particular, en el sector servicios'.Según precisó la diferencia radica en que EE UU no sólo ha hecho importantes avances tecnológicos sino que ha difundido las tecnologías de la información y la innovación en todos los sectores de la economía, fundamentalmente en los servicios, un sector cuya actividad tiene por definición menos valor añadido que, por ejemplo, la industria.'Europa adolece -añadió- de un reparto de la producción de tecnologías de la información mucho menor y de la ausencia de suficiente flexibilidad económica'.