División de pareceres en el PSC sobre la conveniencia de romper el tripartito
En el Partido Socialista de Cataluña (PSC) no hay unanimidad a la hora de avalar la decisión de Maragall de dar por terminada su alianza de gobierno con los republicanos. Hay dirigentes que opinan que es la mejor de las soluciones dado el galimatías en el que se ha convertido la política catalana en los últimos meses y hay otros que creen que es un paso equivocado, pues complicará la campaña por el sí en el referéndum. José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla se decantan con matices por este último análisis, según fuentes socialistas.
En todo caso, la decisión está tomada, es iniciativa del propio Maragall, y en lo que sí coinciden todos los análisis es en que hace todavía más incierto el resultado del referéndum de junio. En las filas de ERC se admitía ayer que tras su expulsión del tripartito, esta formación hará una campaña a cara de perro en defensa del no, la misma opción elegida por el Partido Popular. Esto pondrá las cosas más difíciles al PSC y a CiU, ambos defensores del sí, aunque en esta última coalición se ha abogado con fuerza en los últimos meses por el adelanto electoral y, últimamente, por la salida de ERC del tripartito. Ambas cosas se han cumplido ayer y el líder de CiU, Artur Mas, mostró su satisfacción, aunque no ocultó la difícil tarea que aguarda ahora a los nacionalistas y también a Zapatero y al PSC para conseguir una movilización masiva de los catalanes que apuestan por el nuevo Estatuto.
Las encuestas que anticipan una victoria clara del sí el 18-J fueron hechas cuando ERC se debatía entre pedir el voto en blanco o el voto nulo, una opción que las bases republicanas nunca entendieron. Por tanto, falta por testar el sentir de los ciudadanos después de que ERC haya apostado con claridad por el no rotundo.
El referéndum es la prioridad absoluta para todas las formaciones catalanas, también para Zapatero, pues de su resultado se derivarán consecuencias políticas en muchos terrenos.