La UE convierte la energía en prioridad de la política exterior
La Unión Europea está orientando la gestión de su dependencia energética hacia la política exterior. Especialistas en la materia alertaron ayer en el Parlamento europeo sobre la urgencia de que los 25 hablen con una sola voz ante sus principales suministradores.
Las recientes sacudidas geoestratégicas en lugares como Rusia o Irán están obligando a Bruselas a olvidarse temporalmente del mercado interior y a concentrarse en la garantía de los suministros energéticos procedentes de terceros países.
La energía, por ese motivo, ha pasado a ser 'una subdivisión de la política exterior', señaló ayer Coby van der Linde, del Instituto Clingendael, durante una audiencia en el Parlamento europeo sobre 'los aspectos geopolíticos de la política energética'.
La cita, convocada por el grupo socialista de la Eurocámara, permitió abordar tanto los riesgos de la dependencia energética de la UE como la ausencia de instrumentos comunes para hacerlos frente.
'Hay que dar pasos decisivos hacia una política exterior común en energía', urgió el parlamentario austriaco Hannes Swoboda, vicepresidente del grupo socialista.
Esta formación prepara un documento como contribución al debate europeo sobre la energía en cuyo borrador pide que 'la UE trate de organizar una estrategia común de los países que consumen más petróleo y gas'.
La profesora Linde advirtió que 'estamos pasando de un mercado dominado por los países consumidores a uno dominado por los productores'. Linde cree que en el nuevo escenario 'Europa no juega en pie de igualdad con el resto de protagonistas porque no puede actuar como un Estado'.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Javier Solana, ya recordaba en un reciente artículo que 'si negociamos juntos, podremos obtener más influencia'. Solana parece dispuesto a conceder a las relaciones internacionales sobre energía un lugar prioritario en su agenda.
El profesor Frank Umbach, del instituto Deutsche Gesellschaft für Auswärtige Politik de Berlín, uno de los ponentes en la audiencia parlamentaria de ayer, coincidió con estos planteamientos. 'La seguridad de abastecimiento ganará en importancia para la UE porque cada vez dependemos de regiones poco estables políticamente'.
Umbach lamentó, sin embargo, que su país haya sido uno de los principales obstáculos para aunar los intereses europeos. 'En Alemania es un anatema hablar de política común de energía y se siguen prefiriendo soluciones unilaterales'.
La colaboración de Alemania parece imprescindible porque, además de su centralidad geográfica, cuenta con dos de las principales empresas energéticas de Europa, Eon y RWE. La primera cuenta con presencia en más de una decena de países de la UE y espera hacerse con el control de Endesa, la primera compañía eléctrica española.
Pero Berlín sigue cayendo en las tentaciones unilaterales y recientemente ha provocado la indignación de Varsovia al pactar con Rusia la construcción de un gasoducto que esquiva el territorio polaco y pasa directamente por el mar Báltico.
Merkel aboga por crear 'campeones europeos'
Angela Merkel defendió ayer en Berlín la creación de 'campeones europeos' en sectores como la electricidad o los servicios postales. La canciller alemana indicó, durante una conferencia organizada por el canal público alemán de televisión WDR, que 'sólo así se podrá aprovechar todo el potencial del mercado europeo'.Merkel fue en su día la encargada de anunciar al presiente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que el gigante alemán Eon pensaba lanzar una oferta de adquisición por Endesa, posibilidad que se confirmó al día siguiente de la conversación.La canciller reconoció ayer que 'España se encuentra virtualmente desconectada de la red eléctrica europea' y achacó a la falta de interconexiones los diferenciales entre las tarifas eléctricas en la UE (las alemanas están entre las más altas).