Una actividad que no está bajo el paraguas de la CNMV
'La compraventa de bienes tangibles no es una actividad sometida a la supervisión de la CNMV', explica un portavoz del regulador de los mercados. A diferencia de lo que sucediese en otros casos en los que se han visto afectados ahorradores, como el de Gescartera, ni las sociedades afectadas ni la propia actividad estaba sujeta a la jurisdicción del la Comisión. Por este motivo, en caso de producirse pérdidas el ahorrador no podría acogerse a mecanismos de garantía establecidos, tales como el fondo de garantía de inversiones o el fondo de garantía de depósitos.
Los bienes tangibles como arte, sellos o moneda están sometidos a una disposición adicional de la Ley de instituciones de inversión colectiva de 2003. En ella se especifica que las sociedades que desarrollen actividades de este tipo no podrán dedicarse a prestar servicios reservados a empresas de servicios de inversión o instituciones de inversión colectiva, actividades que a su vez sólo se pueden prestar sobre instrumentos financieros.
Ello implica que los ahorradores, en principio, no podrán ver compensadas eventuales pérdidas. No obstante, en el caso Gescartera tampoco existía un mecanismo de garantía de inversiones y se creó uno con posterioridad y con carácter retroactivo que sirvió para paliar el dinero desaparecido en el último gran escándalo financiero de España.
La normativa, asimismo, establece que estas sociedades no pueden utilizar términos como financiero o colectivo, ni otros que puedan inducir al consumidor a error. Se detallan los sistemas de información a los ahorradores y las obligaciones de auditoría. Y se fija un régimen de sanciones. La supervisión de estas actividades recae, especifica la normativa, en las administraciones competentes en materia de protección de sanidad y consumo.
Tampoco en Europa
El comercio de bienes tangibles como instrumento de inversión o de ahorro tampoco ha sido tratado en ninguna de las directivas europeas. Al igual que la normativa española, estas sociedades no están sometidas a la supervisión pensada para las finanzas.