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5d. Guía para inversores

Cómo elegir las mejores comisiones para operar en Bolsa

Los expertos aconsejan analizar todos los gastos asociados antes de dar una orden en Bolsa, comparar las tarifas entre las distintas sociedades y tratar de negociarlas

El coste de operar en Bolsa ha sido en los últimos años objeto de liza entre entidades tradicionales, sociedades y agencias de valores y empresas que han canalizado su actividad a través de internet. Ha sido, de hecho, la entrada en escena de estos operadores el revulsivo que ha provocado un abaratamiento sustancial en los últimos años.

Ofertas puntuales, tarifas planas o una reducción significativa del precio a aquellos que negocian grandes importes u operan con asiduidad se han convertido en la tónica general de pasados ejercicios y se ha mantenido a lo largo de los últimos meses. No en vano, desde octubre de 2004, fecha en la que Cinco Días realizó la anterior comparativa de comisiones, apenas si han variado las tarifas que cobran los miembros de la Bolsa de Madrid (sociedades y agencias de valores y entidades de crédito). Ni siquiera las revalorizaciones obtenidas en Bolsa en 2004, 2005 y en lo que llevamos de 2006 ha provocado que las sociedades y agencias de valores hayan incrementado sus precios incitadas por una mayor sed de ganancias de los inversores y una mejora del ciclo económico. Parece que la competencia pesa más que el deseo de ampliar márgenes.

En cualquier caso, el cliente debe saber que 'toda modificación del régimen de comisiones debe ser comunicada a los clientes, quienes disponen de un plazo mínimo de dos meses desde la recepción de esa información para modificar o cancelar la relación contractual sin que les fueran de aplicación las nuevas tarifas', advierte la Comisión Nacional del Mercado de Valores en un informe.

Hay que estudiar la relación entre costes y rentabilidad

Es más caro operar con sociedades no miembros del mercado

Con todo, pese a la estabilidad de precios, conviene en todos los casos estudiar las tarifas efectivas que aplica cada operador y las posibles comisiones añadidas que se puedan sumar a las iniciales. 'Antes de dar un mandato se deben analizar todos los gastos asociados a la orden, a su posible modificación o cancelación, a la liquidación de la operación, así como a la posterior tenencia de valores', señala la CNMV. Y es que como advierte el organismo supervisor, la existencia de tarifas fijas puede provocar que en transacciones de poco importe, el ingreso sea menor que el precio de la operación. Por eso, tanto expertos como entidades, recomiendan negociar las tarifas de forma bilateral de modo que se consiga una tarifa atractiva.

La comisión más importante en las operaciones de compraventa de valores, tanto de renta fija como de renta variable, es la de intermediación, que está compuesta de un porcentaje sobre el valor efectivo de la operación. En casi todos los casos, esta tasa oscila entre el 0,15% y el 0,35%, según el canal, siendo internet hasta entre un 40% y un 50% más barato que la oficina. Banesto Bolsa e Inversis son sólo algunos ejemplos de la brecha existente entre los distintos canales. Mientras el primero cobra en sucursal el 0,45% sobre efectivo, en la red, esta tasa se reduce hasta el 0,2% siempre sobre efectivo. En Inversis, esta diferencia es todavía mayor: en oficina cobra el 0,35% y en internet el 0,15%. Con todo, es Seabroker la más barata en todas las opciones al cobrar el 0,1% ya se trate de oficina o de internet.

Además, en casi todos los casos hay que añadir un mínimo fijo que aplican casi todas las entidades y que también varía sensiblemente. Las diferencias entre las firmas, sin embargo, son notables. De los 9 e incluso 10 euros que pueden cobrar de mínimo Ahorro Corporación o Banesto Bolsa, la tarifa fija desciende hasta los 3 euros de cajas de ahorro como Ibercaja, o un euro de Banco Urquijo.

Una de las cortapisas con la que se siguen encontrando los usuarios, pese a la evolución registrada en los últimos años, es la tasa que establecen los operadores cuando el cliente quiere cambiar de entidad. La comisión por traspaso en algunos casos es variable con un fijo mínimo mientras que en otras está establecida independientemente de la cantidad. Entre las fijas más altas está la de Seabroker (15 euros) y entre las más bajas Venture Finanzas (0,1% sobre efectivo), Ibersecurities (1,21 euros) o Selftrade e Interdin (gratis). Tampoco son baratas las variables en las que al porcentaje, muchas suman un mínimo de 30 euros (La Caixa y BBVA) o 20 euros (Banesto), importes que en algunos casos subvenciona la entidad que recibe los valores.

La relación entre los costes de una operación y la rentabilidad esperada debe ser un factor a tener en cuenta por el ahorrador antes de dar la orden de inversión, sobre todo si se es cliente de una entidad que no es miembro de la Bolsa. Y es que el inversor debe saber que no todas las entidades tienen acceso directo a los mercados de valores. En el caso de las Bolsas, sólo las entidades que tienen la condición de 'miembros del mercado' están autorizadas para comprar y vender directamente en las Bolsas.

Esta distinción entre miembro y no miembro del mercado puede encarecer una operación. Por ejemplo, un inversor tiene un contrato con la entidad X y da una orden de compra de 100 acciones de Acerinox, a un precio de 13 euros. Si la entidad X no es miembro de la Bolsa, deberá dirigirse a una entidad que sí lo sea, por ejemplo Y, para transmitirle el mandato y será ésta quien lo ejecute.

La entidad X recoge en su folleto de tarifas una comisión por compra de valores de 0,25% sobre el importe efectivo de la operación, con un mínimo de 6 euros. En este caso se aplicaría el mínimo (el 0,25% de 1.300 euros es 3,25 euros). A esto habría que añadir los gastos de Y (0,3% con un mínimo de 3 euros), que ascenderían a 3,9 euros, y los 2,76 euros en concepto de cánones de Bolsa (por operaciones hasta 3.000 euros cobra un fijo de 2,45 euros más el 0,024% sobre el efectivo de la operación), junto con los gastos de liquidación de Iberclear (0,003% sobre el efectivo, con un mínimo de 0,04 euros) que serían 0,004 euros. En total, el inversor habría pagado en comisiones 9,95 euros, mientras que si hubiera tenido contrato con el miembro del mercado serían de 6,05 euros.

Otro aspecto a tener en cuenta es que entre los miembros del mercado también existen diferentes tipos. Hay actividades y servicios que pueden ser prestados por todos, y otros que están limitados a algunos. El primer tipo de empresa de servicios de inversión son las sociedades de Bolsa. æpermil;stas pueden ofrecer todo tipo de servicios y pueden operar tanto por cuenta propia como por cuenta de sus clientes. En segundo lugar se encuentran las agencias de valores, que con carácter general sólo pueden tramitar órdenes por cuenta de sus clientes. Además, a diferencia de las sociedades, a las agencias no se les permite conceder créditos o préstamos a los inversores ni suscribir mandados en OPV. En tercer lugar están las sociedades gestoras de carteras, que sólo pueden gestionar carteras de acuerdo a los mandatos de sus clientes; no pueden trasmitir órdenes ni dar servicio de depósito de valores. Por último, aunque las entidades de crédito (bancos y cajas) no son empresas de servicios de inversión, están habilitados a dar sus servicios siempre que tengan autorización del Banco de España.

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