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Tribuna
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El tren del dominio europeo de internet

Están llegando tarde los empresarios españoles a la estación?

El día 7 de diciembre la Unión Europea abrió el espacio virtual <.eu> para que las empresas europeas, o con otros vínculos en el territorio de la Unión, que fueran propietarias de marcas registradas en cualquiera de los países miembros, pudiera obtener dominios equivalentes en un plazo privilegiado y exclusivo que culminó el pasado 7 de abril, momento desde el cual cualquier persona ya puede obtener un dominio que no haya sido previamente registrado.

Transcurridos cuatro meses desde la apertura de ese periodo preferente, no parece que los empresarios españoles hayan captado la importancia de garantizar su presencia en la red bajo el indicativo <.eu>, y así, de las peticiones que el Organismo comunitario encargado del registro, EURid, ha recibido, tan sólo un exiguo 2,8% está basado en marcas españolas, mientras que un 29,2% tienen su origen en Alemania, un 11% en Francia, un 9% en Gran Bretaña, superándonos incluso, Italia, Suecia, Bélgica, Dinamarca o la República Checa, entre otros países.

Ese periodo preferente también ha sido aplicado a los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen y a determinados organismos públicos, sin que parezca tampoco que tales colectivos han sido alertados, o son conscientes, del grave riesgo que la falta de registro puede suponer para los intereses españoles en general en el espacio económico europeo, y en particular para los propios de denominaciones de orígenes, y otras instituciones públicas de las diversas Comunidades Autónomas españolas.

Y lo cierto es que una demora en la decisión de proteger la 'marca europea' en Internet puede perjudicar desde ahora a las empresas, a las denominaciones de origen y a los organismos españoles.

Hay un dato que corrobora ese grave riesgo: más de un 16% de las solicitudes de dominio <.eu> tienen su origen en un pequeño país, Holanda, lo que resulta claramente desproporcionado desde una consideración lógica de las circunstancias. Sin embargo, si tenemos en cuenta que en Holanda es posible obtener una marca registrada en un plazo de 2/3 días, podrá comprenderse que aquellos que intentan burlar derechos de terceros, acuden al subterfugio de registrar una marca en ese país dentro del periodo preferente, para solicitar luego la inscripción de la misma como dominio <.eu>, con el solo objeto de extorsionar luego al legítimo propietario de los derechos, obligándole a comprar marca y dominio por cifras exorbitantes.

Y esa práctica, cuya realidad está ampliamente comprobada, está afectando no sólo a las grandes empresas, sino a cualesquiera otras de las que los amigos de lo ajeno presumen que necesitarían presencia en red bajo el dominio <.eu>.

Una rápida reconsideración de la situación, y una pronta adopción de medidas, es indudablemente la recomendación que deben asumir todas aquellas empresas, denominaciones de origen y organismos españoles, que están legitimados para proteger sus nombre o sus marcas bajo el dominio <.eu>.

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