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Secretos de despacho

Transparencia en Tiempo BBDO

Para no perder el mundo de vista'. Esa es la razón por la que Miquel Mas, consejero delegado de la agencia BBDO en Barcelona, colgó en la pared un correo electrónico que recibió hace meses. En él, un directivo de una multinacional del sector de la alimentación le ofrecía dos posibilidades para celebrar una reunión. La primera de ellas era en Ámsterdam, en un espacio de dos horas que el directivo tenía libre en aquella ciudad. La segunda, también en Ámsterdam y ese mismo día, pero a bordo de un avión acompañando al directivo mientras realizaba el trayecto desde la ciudad holandesa a Varsovia. A Mas, un amante del sentido común, le gusta pensar que hay maneras más sencillas de resolver las cosas. 'No podemos entrar en esta vorágine', se justifica, mientras explica que, al final, la reunión pudo celebrarse con los pies en la tierra.

La pared de la que Mas (Barcelona, 1962) colgó el correo electrónico que le ayuda a no perder de vista la realidad es una excepción en un espacio de trabajo donde la mayoría de los tabiques han sido sustituidos por cristal. El diseño interior de las oficinas de 1.200 metros cuadrados quedó finalista en los premios FAD (Fomento de las Artes Decorativas) en su edición de 1990. Puertas abiertas, paredes de cristal, todos los despachos del mismo tamaño... Mas asegura que estas características son un reflejo de la cultura de la compañía: 'Abierta, transparente y nada jerárquica, para fomentar el diálogo'.

El despacho del consejero delegado es del mismo tamaño que el de los dos directores generales y los demás directivos de la agencia. En toda la planta del edificio, ubicado en una calle perpendicular a la avenida Diagonal, no hay símbolos externos de los que pueda deducirse una jerarquía, 'la autoridad te la dan los de abajo y los de al lado, tu equipo, ¿de qué sirve un despacho de 40 metros cuadrados, una mesa enorme y la secretaria, si tu equipo no te legitima?'

'¿De qué sirve tener un despacho de 40 metros cuadrados, una mesa enorme y la secretaria, si tu equipo no te legitima?'

Mas cuenta que está demostrado que el grado de felicidad que uno alcanza en su lugar de trabajo está relacionado con la distancia que hay entre esa persona y el responsable de tomar las decisiones. Como quiere que los empleados de la agencia consigan la máxima felicidad intenta siempre que esa distancia sea la mínima posible.

Para demostrar lo singular de su agencia explica también que la permanencia de directivos y trabajadores en la compañía es superior a la media del sector. La estancia media de un directivo en una misma agencia es de cuatro años, mientras que en Tiempo BBDO es de 16,8 años. æpermil;l mismo se ha convertido en la mejor demostración de esa situación. El pasado 3 de marzo cumplió 19 años en la compañía, prácticamente toda su carrera profesional. En un principio consideró su paso por la agencia como el mejor camino para convertirse en director de cine, pero tres años de contacto con la publicidad bastaron para que la cambiara por la gran pantalla.

Nada en su despacho permite adivinar su enorme amor por el cine. Su espacio de trabajo pertenece a la categoría de los que no ofrecen pistas sobre la vida personal de quien los ocupa, únicamente una foto de cuando era pequeño y que trajo consigo de las antiguas oficinas. 'No me gusta poner detalles muy personales, quizá es más fácil porque no tengo hijos', dice ante la constatación de que en paredes y mesas de otros despachos de las misma planta abundan los niños. El mobiliario fue escogido igual para toda la oficina y cuando fue nombrado consejero delegado, hace poco más de año y medio, no introdujo ningún cambio.

A la hora de reunirse con equipos de trabajo prefiere las salas de reuniones que su propio despacho: 'Así se genera un espacio neutral, un terreno de nadie, que me parece más propicio para trabajar'. En cuanto a los horarios, a pesar del sector en el que trabaja, intenta que sean racionales: 'En teoría acabamos a las seis y media de la tarde, pero en la práctica es difícil salir de aquí antes de las siete y media u ocho', explica, a la vez que reconoce que es un sector con trabajo intensivo, 'la campaña tiene que estar en una fecha concreta y eso es enormemente difícil de cambiar'.

Una diana que absorbe adrenalina

La diana y los dardos atraen a todo el que entra en el despacho de Miquel Mas. Lo tiene comprobado. El consejero delegado de Tiempo BBDO en Barcelona explica que los dardos están en el centro desde que el último que probó los dejó así, y que el también la utiliza de vez en cuando 'para descargar adrenalina'.

En la pared que queda a espaldas de Mas cuando se sienta cuelgan también varios recortes de prensa de chistes de El Roto, 'prácticamente un filósofo', y el cartel de un anuncio de agradecimiento a la compañía de seguridad Vinsa, por su contribución a la reconstrucción del teatro del Liceo. En él aparece Mas como figurante, mirando con unos prismáticos desde un palco del teatro barcelonés. 'Con El Liceo tuvimos una relación muy emocional, su capacidad económica era limitada, y cuando hicimos una campaña de agradecimiento a los que habían apoyado su reconstrucción, el coste debía ser tan ajustado que decidimos que los empleados de la agencia trabajaran como figurantes, y ahí estoy', cuenta.

Los clientes multinacionales obligan a Mas a viajar 'sin ningún esquema temporal concreto, depende de los clientes y las campañas', y de vez en cuando es el carácter también multinacional del grupo Omnicom, al que pertenece la agencia, el que le obliga a hacerlo. En este caso dos de los últimos destinos visitados han sido Berlín y Boston.

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