'Es prioritario apostar por otra política industrial'
Cándido Méndez está satisfecho con el acuerdo al que han llegado los sindicatos en la reforma laboral, pero comparte con CC OO la necesidad urgente de reformar el modelo de crecimiento, mediante una nueva política industrial y de inversión en desarrollo e innovación.
El primero de Mayo de este año ¿se diferencia en algo de los anteriores?
Este año existe una fuerte expectativa acerca del cese definitivo de la violencia. Para el movimiento sindical y para UGT el objetivo de la paz es un objetivo permanente. En todos los actos del Primero de Mayo hemos reivindicado la paz porque creemos que es un requisito previo a la libertad, los derechos sociales y laborales.
'Seguimos teniendo muchas cosas que deben ser mejoradas, como la salud, la seguridad o la eliminación de las desigualdades'
Este año mantenemos esa orientación, incorporando tres cuestiones claves: la necesidad de que no se olvide a las víctimas del terrorismo, un llamamiento a las fuerzas democráticas para que se empeñen en llevarlo a buen término y un llamamiento a los violentos para que abandonen definitivamente las armas.
Los sindicatos acuden al Día del Trabajo con un acuerdo de reforma laboral bajo el brazo. ¿Piensa que éste ha sido el acuerdo deseado o el acuerdo posible?
Aún debemos concretar una serie de cuestiones sobre las que se ha ido avanzando en las últimas semanas, y cuyo alcance se conocerá en su momento. Pero lo que sí puedo decir es que no es un acuerdo de mínimos, sino uno que nos permitirá dar pasos en la dirección en la que desde las organizaciones sindicales creemos que es necesario avanzar, hacia la reducción de la temporalidad y de sus consecuencias para la seguridad laboral y la mejora de la productividad.
UGT y CC OO acuden de forma unitaria a este Primero de Mayo. Sin embargo, la reacción de CC OO a la decisión de devolver el patrimonio histórico a UGT ha enturbiado las relaciones entre ambos sindicatos. ¿Están ya superados estos roces o sólo aparcados en aras de la reforma laboral?
La unidad de acción entre UGT y CC OO presidirá la celebración de este año en más de cincuenta actos conjuntos. Nosotros defendemos la unidad de acción porque es un elemento muy relevante para la eficacia del trabajo sindical y en cierta forma es un patrimonio de los trabajadores tanto o más que de las organizaciones.
Y en cuanto al patrimonio histórico, UGT tiene el derecho a exigir y obtener la devolución de su patrimonio expoliado por la Dictadura y creemos que la decisión del Gobierno es un acto de justicia, de reparación de una gran injusticia. Con la misma firmeza pensamos también que no debe ser un obstáculo para la unidad de acción, por más que lamentemos ciertas decisiones.
¿Qué deuda histórica cree que tienen los sindicatos hoy con los trabajadores?
Yo creo que el trabajo de los sindicatos de clase, durante los años que llevamos de defensa y representación de los trabajadores, ha hecho que avancemos considerablemente en la mejora de las condiciones de vida y de trabajo en nuestro país. Seguimos teniendo muchas cosas que deben ser mejoradas, como la salud y la seguridad en el trabajo, la eliminación de las desigualdades, las situaciones de desprotección para, por ejemplo, los inmigrantes, los jóvenes.
A partir de mañana las puertas del mercado laboral español quedan abiertas para los trabajadores de los países de la Ampliación. ¿Cómo van a impedir los sindicatos que esta mano de obra
Nosotros creemos que precisamente con esa eliminación de las restricciones a la libre circulación de trabajadores es como podremos hacer cumplir el principio de igualdad de trato y como se evita la posibilidad de 'dumping' social. La libre circulación y el principio de igualdad que conlleva es la mejor garantía para evitar situaciones de exclusión.
¿Cuáles van a ser las exigencias sindicales al Gobierno en los dos años que restan de legislatura?
En primer lugar, tendremos que desarrollar los acuerdos alcanzados. Y nos queda también abordar toda una serie de cuestiones que figuraban en la Declaración para el Diálogo Social que firmamos en julio de 2004.
Entre ellas es prioritario un cambio en nuestro modelo productivo, con nueva política industrial y mayores incentivos en materia de inversión y desarrollo o un impulso de las políticas activas de empleo y la modernización de los servicios públicos de empleo son prioritarias. Acabamos de constituir una mesa para a trabajar en el desarrollo de los compromisos del Protocolo de Kioto. æpermil;stos son algunos de esos temas pendientes. En definitiva, tenemos todavía por desarrollar una parte muy importante de los temas comprometidos en aquella declaración de 2004.