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Formación

El inglés se resiste a los directivos españoles

Sólo el 15% son capaces de mantener una reunión de trabajo en otro idioma

Más de 100.000 españoles viajan cada año al extranjero para aprender algún idioma. Pero de esa cifra, sólo el 0,5% son empresarios o directivos', dice el presidente de la Asociación de Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce), Juan Manuel Elizalde. La cifra desvela una realidad que preocupa a los expertos en enseñanza de idiomas. Los últimos informes, según Elizalde, hablan de que sólo el 15% de los directivos de empresas españolas tienen un buen dominio de la lengua inglesa. 'Tampoco los políticos se salvan', puntualiza el director general para Europa de la Asociación Internacional de Escuelas de Idiomas (IALC), Juan Manuel Sampere. 'Es difícil encontrar un ministro que hable correctamente', comenta. Se salvan, según su criterio, Javier Solana y Rodrigo Rato.

Elizalde y Sampere realizaron estas declaraciones con motivo de la celebración en España del XXIII Congreso de la Asociación Internacional de Escuelas de Idiomas en el que el inglés, una vez más, sigue siendo el protagonista. El Eurobarómetro de la Unión Europea indica que el 53% de los españoles son incapaces de expresarse en otro idioma, lo que sitúa a España entre los países menos formados de la UE en esa materia. En niveles parecidos están los portugueses (56%) y franceses (51%). Asimismo, el 35,7% de los españoles dice hablar inglés; el 19,2, francés; el 3,5% italiano y el 2,9% alemán.

Pero las empresas se han vuelto cada vez más exigentes en la búsqueda de directivos y demandan responsables con un buen conocimiento de, al menos, un idioma además del nativo. Según el estudio realizado por la escuela internacional Berlitz, la lengua de los negocios sigue siendo el inglés (75%). El francés se usa en las multinacionales en un 42,14%.

Las grandes empresas facilitan cursos de inglés a sus empleados, aunque la mayoría lo hacen en su tiempo libre

El director gerente de Berlitz España, Ginés Méndez, justifica la búsqueda de este perfil. 'La elaboración o manejo de documentación es la principal causa, seguida de las reuniones en las multinacionales y grandes empresas y los viajes de trabajo en las pymes', especifica. Algunas compañías, como Mitsubishi España, han puesto en marcha iniciativas para preparar a sus empleados en estas materias. 'Trabajamos con las centrales de Holanda y Japón, por lo que en determinados cargos es necesario hablar inglés', explica su directora de recursos humanos, Concepción Jorquera. 'La empresa paga el curso y ellos sólo tienen que poner un poco de tiempo libre', añade.

Los datos de Berlitz indican que un 45,25% de los directivos creen que mejoraría su puesto. Sin embargo, son los empleados sin responsabilidades de mando los que tienen más dominio de lenguas (59%). El nivel más alto no está en las multinacionales, sino en grandes empresas y pymes, 'que han hecho un esfuerzo para abrir nuevos mercados', resume Ginés Méndez.

La moda del chino mandarín y el japonés

El peso creciente que tiene Asia en la economía mundial ha puesto de moda el chino mandarín y el japonés. La curiosidad por una cultura cosmopolita o las posibilidades de entrar en un mercado emergente como el asiático han incrementado el número de alumnos en las aulas. El mandarín lo hablan más de 1.300 millones de personas. Le sigue el inglés, con 400 millones de hablantes nativos, y más de 350 que lo usan como segunda legua. En tercer lugar se sitúa el español, una lengua hablada por más de 330 millones. Pero a pesar de que son los idiomas protagonistas en la apertura de mercados, los que se han decidido a aprender chino y japonés son todavía una excepción. Según Etienne Gillart, director general del Instituto hispanochino en Madrid, la gente que se acerca lo hace por curiosidad. 'Es muy difícil para un ejecutivo poder llegar a mantener algún día una reunión en este idioma', explica.Según el departamento de Cultura de la Embajada China en España, se ha incrementado el número de estudiantes que ha solicitado un viaje de estudios a este país. El perfil más común que tenemos en las aulas son jóvenes que lo ven como algo exótico.Eso piensan también del japonés los responsables de la empresa de jamones Marpla, ubicada en la localidad almeriense de Serón. En 1999 comenzaron sus exportaciones al país nipón, lo que les obligó a conocer mejor a sus nuevos clientes. 'Hemos aprendido su cultura, cómo sentarnos en una reunión, cómo estrechar sus manos o cómo guardar su tarjeta. Pero el idioma nos parece imposible. Hablamos en inglés', dice su administrador Francisco Rodríguez. Tampoco el saludo es igual según sea hombre o mujer. 'A ellas se les toma una mano y se cubre con la otra, pero nunca se les da un beso', advierte. Sus empleados dominan el inglés y, si hace falta, se pone traductor. '¿Jamón en chino? Ni idea, pero ellos dicen perfectamente jamón serrano'.El presidente de la Asociación de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce), Juan Manuel Elizalde, afirma que la demanda de estos idiomas, junto al ruso, supera ya el 1%. 'Muchas empresas que pertenecen a nuestra asociación ya incluyen cursos en China, Rusia o Japón', dice Elizalde.

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