Los aviones también son abandonados por sus dueños
El aeropuerto de Málaga donará al museo del aire un Convair olvidado desde hace años
Un Convair 440 de 52 plazas, con matrícula estadounidense N8042W, aterrizó el 17 de septiembre de 2000 en el aeropuerto de Málaga. La ciudad costera debía ser una escala en el viaje del avión hacia el continente africano, donde su propietario, una empresa de EE UU, planeaba venderlo a una compañía comercial. Pero una avería que la tripulación no pudo arreglar cambió su destino. La escala se extendió más de cinco años hasta que, a principios de mes, las autoridades del aeropuerto publicaron en el BOE su ¢presunto¢ abandono. Es el primer paso hacia su abandono oficial.
¢Detrás de cada caso hay una historia¢, comenta José Ramón Valero, especialista que codirige la revista Aviación Comercial. ¢Suelen ser aviones privados y las razones son múltiples. Puede que el propietario haya enfermado o fallecido. Puede ser una persona que, por alguna razón, no pueda hacer frente a los gastos de mantenimiento del aparato¢, explica Valero. ¢En cualquier caso, no suele ser una acción voluntaria¢, aclara.
Por muy extraño que parezca, el abandono de aeronaves, como si de un coche se tratara, no es algo excepcional: aerolíneas que quiebran o particulares que desaparecen van dejando sus naves en las pistas.
Las autoridades del aeropuerto de Barajas, en Madrid, publicaron el verano pasado el hallazgo de cinco avionetas abandonas desde hacía años en las inmediaciones a las pistas. Conforme a la legislación vigente, el aeropuerto publicó tres anuncios declarando el hallazgo en el BOE durante tres meses consecutivos. Si el propietario no se da a conocer en el plazo de un año, el aparato pertenece oficialmente a AENA. Ocho meses después, los cinco aparatos, en ¢estado muy degradado¢, según un portavoz de AENA en Madrid, siguen a la espera.
Tras años de abandono, es muy poco probable que los propietarios aparezcan. ¢Para recuperar su avión, el dueño del Convair debería pagar las tasas de aparcamiento de más de cinco años. Además, en todo este tiempo la nave se ha deteriorado y le costaría una millonada volver a ponerlo en condiciones para poder volar¢, explica una portavoz del aeropuerto de Málaga.
En la mayoría de los casos, se recuperan las piezas que aún puedan servir y el resto del avión acaba en chatarra. El Convair de Málaga pretende burlar tan triste destino. El aeropuerto tiene previsto donarlo al Museo Nacional de Aeropuertos y Transporte Aéreo que se encuentra a pocos metros del aeropuerto.
¢Este modelo de avión es de los primeros que llegaron a Málaga en la llamada ruta del sol de la compañía finlandesa Kar Air que volaba desde Helsinki¢, explica Joaquín Coranza, de la Asociación de Amigos del Museo.
Los cerca de 60 amigos del museo, amantes de la aviación que dedican sus horas libres a la restauración de piezas para el museo y a su buen funcionamiento, llevan años observando desde el otro lado de la pista al viejo aparato de hélices. Tras conocer su probable adquisición, se han puesto en contacto con una asociación de antiguos pilotos finlandeses ubicada en Málaga. Juntos pintarán el avión con los colores originales de la compañía finlandesa.
¢Es una pena que en España tengamos poca cultura de patrimonio con la aviación¢, lamenta Valero. El de Málaga, inaugurado en 1997, y el de Lanzarote son los únicos museos de aviación civil del país. El museo malagueño ya salvó el año pasado de la quema un Aero 25, donado por el aeropuerto de Zaragoza. ¢Uno más para la familia y uno menos para el listado de aviones abandonados y tristes¢, dice la asociación en su página web.