Los fabricantes pelean en China por 6,5 millones más de coches
China deslumbra a los fabricantes de automóviles, pero aún no les da el suficiente rendimiento. Este año lucharán por los 6,5 millones de coches nuevos previstos y la producción crecerá a ritmos del 10% hasta 2010, según las previsiones. Pero las múltiples trabas comerciales y fiscales oscurecen el mito del que será posiblemente el mayor mercado del mundo.
Hay que estar en China y hay que estar ahora'. Es el comentario más repetido de los empresarios de múltiples sectores que ya están o acaban de entrar en el mercado con más potencial de consumidores del mundo, 1.300 millones. Los 17 principales fabricantes de automóviles, con Volkswagen como pionero, tienen la mitad del camino recorrido porque todos tienen presencia más o menos reciente en el país. Ahora falta rentabilizarla.
En principio, las cifras invitan al optimismo frente al decaimiento de los mercados europeo y estadounidense. Este año, se producirán 6,5 millones de nuevos vehículos, un 14% más frente a los 5,7 millones del año pasado, según la previsión de la consultora China Auto Industry Consulting. China ya es el segundo mercado del mundo en ventas, con 5,92 millones de unidades matriculadas.
Y, según el plan quinquenal del Gobierno de Pekín, el crecimiento anual rondará el 10%, con lo que en 2010 se puede superar una producción de nueve millones de coches. 'Aunque no hay que creer en las previsiones oficiales', avisa Jia Xinguang, analista jefe de China Auto Industry Consulting, que expone algunos de los riesgos empresariales. Sin embargo, las empresas tienen que afrontar numerosos obstáculos burocráticos, comerciales y fiscales que impiden un crecimiento mayor de las ventas. Para fabricar allí tienen que formar una joint-venture al 50% con un socio chino, y sólo pueden tener dos alianzas.
En el terreno comercial, se topan con la realidad social china. En un país en el que la renta per cápita en las ciudades no llega a 1.800 euros al año (en el campo se reduce drásticamente) y un utilitario pequeño de marca extranjera cuesta unos 6.000 euros menos del 5% de la población total tiene coche. Circulan 40 millones.
Aunque el consumismo está calando rápido en la población china. Y para estimularlo, los 120 fabricantes de coches que operan en China inundarán el mercado con 80 nuevos modelos sólo este año.
Otra traba es que apenas el 10% de los vehículos se compra con un préstamo bancario, de hecho, para comprarlo aportan dinero varios miembros de una misma familia, como explicó Jean-Yves Dossal, director general de la alianza de PSA Peugeot Citroën y la china Dongfeng. La excepción es, por ejemplo, la ciudad de Wuhan donde hasta el 50% de los coches que venden los concesionarios de Citroën se financian con créditos.
En materia de impuestos, hay una madeja por desenredar. La aplicación de nuevas tasas sobre el consumo y la posibilidad de que el Gobierno apruebe un impuesto sobre el carburante que lleva diez años estudiando son algunas de las incertidumbres. A esto se une el peaje fiscal a la importación y la dura competencia de los fabricantes nacionales, como Red Flag, Chana, Chery o Geeely, que ha desembarcado recientemente en Europa.
Una marca local copió el modelo estrella de PSA
En el país de la copia, ninguna empresa está exenta de sufrir los efectos. Citroën, que entró en el mercado en 1992, vio hace unos años cómo un fabricante local imitó el modelo con el que triunfó, el Fukang. Todavía hoy sigue produciendo este ZX con abultada parte trasera, adaptado al gusto chino.Según un directivo de PSA Peugeot Citroën, no fue necesario llevar el conflicto a los tribunales y las empresas llegaron a un acuerdo.Al margen de este riesgo, los grupos extranjeros cada vez adecuan más sus modelos al cliente chino. Con la apertura a Occidente, ahora tener coche ya no es ser capitalista, como se percibía hace unos años: sirve para alardear del estatus social.