Una fábrica clásica en Henkel
El edificio donde trabaja Enric Holzbacher conserva el espíritu clásico y funcional de una antigua fábrica y almacén en el centro de Barcelona. Se trata del centro de producción que en la década de los sesenta elaboraba el popular detergente Mistol, propiedad entonces de Gota de Ambar, la primera empresa que compró Henkel y utilizó como base para iniciar su singladura en España. Con el tiempo se cerró la planta y hace 15 años las últimas actividades logísticas. Pero el inmueble ha mantenido el estilo de espacios abiertos, diáfanos, al más puro estilo norteamericano (curiosamente, tratándose de una empresa alemana), con pocos despachos convencionales. Uno de ellos es el de Holzbacher, 'aunque siempre con la puerta abierta', matiza el directivo español (aunque nacido en Francia), de apellido alemán, padre francés y madre catalana.
Además, el edificio, ubicado en una zona tranquila del Ensanche barcelonés, cerca del monumento de la Sagrada Familia (en la confluencia de las calles Córcega y Sicilia), ha escapado, por el momento, a la moda de trasladar las sedes de empresas fuera de los cascos urbanos: 'Si este inmueble no fuera propiedad de Henkel seguramente ya no estaríamos aquí', señala Holzbacher.
Lleva más de 20 años en la compañía, la gran mayoría en el área de detergentes. Pero desde el último año y medio desempeña la dirección general de la división de adhesivos de consumo, uno de los negocios con un mayor potencial de crecimiento en la multinacional alemana. Poco tiempo para cambiar la decoración de su despacho.
'He instalado dos ambientes: el primero es el trabajo en equipo y el segundo es el trabajo en mi mesa de despacho'
'Tengo la intención de instalar un expositor que represente los principales colores de la compañía y toda la gama de productos del negocio de adhesivos y selladores (Pattex y Soliplast)', indica. Por el momento, en los pocos meses que lleva en su área de trabajo, ha encargado una mesa rectangular de suficientes dimensiones como para albergar una reunión con cinco o seis personas y ha adecuado la luz pertinente para asegurar unas condiciones de trabajo correctas. 'Es muy importante contar con una buena iluminación', sentencia.
'He instalado dos ambientes en el despacho: el primero es el que representa las reuniones con mis colaboradores, el trabajo en equipo; el segundo incluye mi mesa, el esfuerzo personal', asegura. El espacio está abierto, con la intención de contactar con el personal sin espacios cerrados. 'Pero, a veces, lo que pasa es que el ruido impide reuniones de más de dos personas si no es de una forma tradicional, alrededor de una mesa'. La decoración es escasa, sin cuadros ni trofeos. 'Juego al golf, pero los premios me los llevo a casa'.
'¿Si me llevo el ordenador portátil a casa? Pues claro. A veces te da más libertad y flexibilidad de lo que uno cree. Puedes incluso llevar a tu hija al colegio y compensarlo otro día trabajando con el portátil', remarca Holzbacher. Además, el portátil aumenta la libertad del directivo en viajes de negocio. Enric Holzbacher suele viajar tres días al mes, sin contar, por ejemplo, las reuniones en hoteles de Barcelona con clientes, o los desplazamientos al centro de investigación de Abrera (Barcelona).
Y, ¿qué es lo primero que hace el director general de la división de adhesivos de consumo de Henkel cuando llega a su despacho, su segunda casa? 'Digo hola a mi secretaria, que ya está trabajando desde hace rato, y me cuenta si hay algún imprevisto y la agenda del día'. Después de 30 minutos de rigor inicia las primeras reuniones. La mesa de trabajo delata un orden que él mismo reconoce que no es tan exagerado sin la presencia del fotógrafo. 'Aunque hay que tener una tendencia a archivarlo todo electrónicamente, nadie ha conseguido la oficina sin papeles'.
Suele almorzar en el comedor de la empresa del mismo edificio: 'Es un espacio en el que coincidimos directivos de la empresa y que permite intercambiar ideas', concluye. Pero echa en falta comer fuera de la oficina, para desconectar un poco.
Un dibujo de su hija para el Día del Padre
Sólo un dibujo para el Día del Padre delata una vida familiar. La autora es su hija de cuatro años y medio. Por lo demás, una alfombra 'que le acompaña siempre' luce en el único espacio que queda libre en el suelo del despacho.Enric Holzbacher divide su tiempo entre el edificio de Barcelona y los centros de competencia mundial para los productos de selladores y adhesivos que Henkel ha ubicado en el referido centro de producción de Abrera (Barcelona). 'Damos mucha importancia a la creatividad. Además, este es el año de la innovación. Cada empleado que quiera puede participar en un programa de ideas que hemos preparado para mejorar la gestión de la empresa', asegura.El directivo español también participa en el debate de la competitividad, y asegura que las dos factorías españolas de la división mantienen un buen nivel dentro del entorno europeo. Además de la planta de Abrera, Henkel cuenta con otra factoría en Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona).