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Directivos

Las universidades, lejos de la formación continua

Un informe aconseja a estas instituciones que tomen como prioridad el aprendizaje a lo largo de la vida

Las universidades españolas no se han enganchado aún a la formación continua, que sigue ocupando un lugar secundario dentro de la enseñanza superior. æpermil;sta es la conclusión a la que llega Manuel Assunçao, presidente de Eucen (European Universities Continuing Education Network) en el informe sobre La contribución de las universidades españolas al desarrollo, elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo.

Assunçao asegura que 'el llamado tercer rol la formación continua de la universidad está fuera de las preocupaciones principales' de los centros superiores de enseñanza españoles. Un buen ejemplo de ello, agrega, es el hecho de que solamente el 22% de los actores que participan en el programa Grundvig, en honor de un pedagogo danés que abogó por la enseñanza a lo largo de toda la vida y que tiene por objeto precisamente fomentar la cooperación europea en la formación continua, son universidades.

El citado informe también se lamenta de que el proceso de Bolonia, con el que se implantará el Espacio æscaron;nico Europeo de Enseñanza Superior, no se centra en el aprendizaje a lo largo de la vida. 'Es necesario cambiar de ideas y actitudes con el fin de convencer a todos los actores de este proceso de que las instituciones de enseñanza superior deben desempeñar un papel importante en el aprendizaje a lo largo de la vida', matiza Assunçao, que añade que es necesario, a su vez, que las universidades se orienten a las necesidades y requerimientos de los alumnos.

El sector de la formación continua factura 2.665 millones de euros anuales. Cuatro millones de personas prevén hacer un curso de este tipo

Lo cierto es que la formación continua es un sector con grandes oportunidades de crecimiento en los próximos años y, por tanto, las universidades deberían aprovecharlo, ya que cerca de tres millones de personas realizan algún curso de este tipo.

La mayoría de los alumnos que se matriculan en algún curso de formación continua o de posgrado son recién graduados, de entre 21 y 25 años, que buscan especializarse en alguna disciplina. También vuelven a los campus los alumnos de más de 30 años, ya insertados en el mercado laboral, con necesidades de reciclarse o mejorar su formación. Estos últimos se matriculan sobre todo en enseñanzas técnicas y en ciencias de la salud, las ramas donde más rápidamente se produce el desfase de conocimientos. La mitad de los alumnos matriculados en títulos propios de la universidad proceden de la misma región en la que está ubicado el campus, mientras que el 22% de los estudiantes son orignarios de países latinoamericanos y se integran fundamentalmente en programas de ciencias sociales y jurídicas.

Financiación

El profesorado que realiza la docencia en los cursos de posgrado y de formación continua se reparte entre profesores de la propia universidad y profesionales, mientras que poco más del 10% son docentes de otra universidad. Este tipo de cursos se financian generalmente por la vía de las matrículas, aunque en la práctica cofinancian los cursos, por ejemplo, mediante el uso de sus infraestructuras.

Las universidades, y en esto coincidieron varios expertos durante la presentación del informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, deberían volcarse en la formación continua, entre otras cosas, porque supondría una fuente de ingresos que contribuiría a sanear de manera importante sus cuentas. Hay que tener en cuenta, según datos que maneja el estudio sobre La demanda de la formación continua en España en 2004-2005, elaborado por la consultora DEP y Educaweb.com, que el volumen de negocio que maneja este sector asciende a 2.665 millones de euros anuales. Más de 2,7 millones de personas realizan al año algún curso de reciclaje profesional. El estudio considera que cuatro millones de personas están interesadas en realizar algún programa de formación continua.

Del informe se desprende que un 10,2% de las personas mayores de 16 años está realizando algún tipo de curso de formación continua. En cifras absolutas, este porcentaje significa 2.721.000 personas. Además, los datos del estudio apuntan que el público potencial se plantea seguir en el futuro algún curso de formación continua, en un momento u otro.

Según la tipología de cursos estudiados, los que tienen mayor número de alumnos son los de especialización o reciclaje (60,5% del total), seguidos de los cursos de formación ocupacional (24,1%) y, por último, los másteres y posgrados (11,8%). En cuanto a las temáticas, los cursos más demandados son los correspondientes a informática e internet, gestión empresarial y comercial, educación y humanidades y salud. Uno de cada cuatro alumnos escoge cursos de menos de 50 horas y otra cuarta parte de alumnado, cursos entre 50 y 300 horas, mientras que los que se extienden más de 300 horas representan un 21% del total.

La reestructuración de los estudios superiores, tal y como se contempla en la Declaración de Bolonia, afecta de lleno a los másteres, uno de los pilares de la formación continua, que actualmente imparten tanto universidades como escuelas de negocios, y que tendrá rango de título oficial. La oferta de posgrados (que tendrán la denominación de máster y durarán entre uno y dos años, deberá ser abierta, flexible y variada.

Los másteres podrán tener atribuciones profesionales, esto es, habilitados para actividades profesionales, pero, si las poseen, no tendrán necesariamente contenidos comunes y podrán tener requisitos de acceso. La denominación de máster quedará reservada a los oficiales, por lo cual los que se imparten hoy deberán estar vinculados, directamente o través de convenios, con las universidades.

Más del 80% de los cursos se imparten en el aula

El 81,5% de los cursos de formación continua realizados a lo largo del curso 2004-2005 ha sido de tipo presencial, esto es, impartidos en el aula. El dato figura en un estudio sobre la demanda de formación continua durante el citado periodo, elaborado por la consultora DEP y Educaweb.com. Le siguen de lejos los cursos realizados a través de la red, lo que evidencia la lenta aceptación que tiene la formación online entre las empresas y los profesionales. Para lo que sí se utiliza internet, en cambio, es para obtener información sobre la oferta de formación continua (10%), mientras la prensa en papel (7%) y el marketing directo o la publicidad personalizada (5,3%) quedan por detrás.También es destacable que uno de cada tres alumnos afirma haber conocido la oferta del curso en el que finalmente se matriculó a través de conocidos que se la recomendaron por haberla cursado (16,7%) o por conocerla directamente (17,4%).

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