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Italia

Empate técnico de Berlusconi y Prodi en el recuento provisional

La tensión fue la principal protagonista en el recuento de votos de las elecciones generales de ayer y el domingo. A primera hora de la noche, los italianos aún veían cómo los dos candidatos a primer ministro, Romano Prodi (centro izquierda) y Silvio Berlusconi (centro derecha), estaban empatados tanto en el Congreso como en el Senado.

El recuento de los votos de las elecciones generales mantuvo ayer en tensión a los italianos durante toda la tarde y buena parte de la noche. Al cierre de esta edición y según los datos oficiales del Ministerio del Interior, con el 83% de los votos al Congreso escrutados, Romano Prodi contaba con una ligera ventaja sobre Silvio Berlusconi (50,29%a favor de La Unión y 49,22% para La Casa de las Libertades).

De esta forma, el líder de la coalición de centro izquierda La Unión se perfilaba como futuro primer ministro de Italia para los próximos cinco años. Si bien, Berlusconi acortaba constantemente la distancias a medida que iban transcurriendo las horas y avanzaba el escrutinio. Así, Il Cavaliere fue remontando la ventaja inicial que daban las encuestas y los primeros recuentos.

Estos mismos datos oficiales, y con el 96,3% de los votos escrutados en el Senado, indicaban también un empate técnico en esta Cámara, pero con una ligera ventaja para Berlusconi, con el 50,09% de los votos frente al 49,06% para Prodi.

La participación aumenta al 83,6% frente al 81,4% de los anteriores comicios

El día y medio de votaciones fue muy fructífero, ya que se registró una participación muy elevada, ya que de los 50 millones de italianos llamados a votar, un 83,6% acudieron a las urnas. Esto supone un avance respecto a la participación del 81,4% registrada en las anteriores elecciones generales celebradas en 2001.

Sin embargo, si las proyecciones de las empresas de sondeos fueran correctas, la coalición de Berlusconi acabaría adelantando a los progresistas de Prodi, hasta lograr 158 escaños en la Cámara Alta, mientras el ex presidente de la Comisión Europea se quedaría con 151 asientos. Con ello, el hasta ayer primer ministro italiano y que ha conseguido amasar la primera fortuna de Italia, repetiría en el cargo cinco años más.

Esta incertidumbre se extendía ayer al futuro político de los próximos años, ya que a tenor de lo que ocurría podía confirmarse la peor de las posibilidades y es que las dos cámaras tengan gobiernos opuestos durante los cinco años de legislatura. Esto haría muy difícil sacar cualquier ley adelante dado que todas las normas deben ser apoyadas por ambas cámaras y en Italia el Senado tiene amplios poderes.

Los italianos estrenaron ayer una nueva ley electoral, promulgada por Berlusconi y duramente criticada por los votantes de centro izquierda.

Esta nueva norma podría crear una situación de ingobernabilidad en un país que ya de por si tiene fama de ingobernable, por lo dividido de sus fuerzas políticas. La nueva ley está orientada a simplificar la votación y fomentar la formación de mayorías sólidas. Así, la coalición que saque más votos se hará con un mínimo de 340 escaños en el Congreso (el 54% de los 630 diputados) y conseguirá 170 asientos en el senado (sobre un total de 315). Si bien en el Congreso el recuento es de ámbito nacional y en la Cámara Alta, regional. Esto puede llevar a la citada situación en la que las cámaras tengan gobiernos opuestos, lo que confirmaría cierta situación de ingobernabilidad.

Los principales líderes políticos reaccionaron con mucha cautela, aunque las filas de la coalición de centro izquierda no ocultaron su satisfacción por la victoria que vislumbraron durante toda la tarde de ayer.

Menos impuestos y dudas sobre el puente de Sacyr

Los programas económicos de las coaliciones que se disputaban hasta la madrugada la victoria en las elecciones generales de Italia han puesto su acento en distintas rebajas fiscales. Romano Prodi, cuya coalición de centro izquierda La Unión que al cierre de esta edición aventajaba ligeramente a la de Silvio Berlusconi, había anunciado durante la campaña electoral una reducción de los impuestos al trabajo del 5% en el primer año. Esta reducción impositiva se verá compensada, sin embargo, con el aumento del impuesto sobre los dividendos de algunos bonos y acciones y con la intención de la coalición ganadora de volver a implantar el impuesto de sucesiones para las herencias superiores al millón de euros. Además, Prodi ha prometido luchar contra el fraude fiscal, ya que se calcula que el 13% de los trabajadores italianos, no paga impuestos.En materia de empleo, entre las promesas electorales que deberá cumplir la coalición de centro izquierda están: reducir los incentivos para los contratos temporales y anular la última reforma de las pensiones, hecha por Silvio Berlusconi, que elevó la edad de jubilación de los 57 a los 60 años.En lo que se refiere a infraestructuras, una de las promesas de Prodi afecta directamente a intereses empresariales españoles. Según incluye el programa electoral de La Unión, el futuro Gobierno de centro izquierda tiente previsto suspender la construcción del puente entre la península italiana y Sicilia, lo que perjudicaría a la compañía española Sacyr, que forma parte del consorcio al que le fue adjudicada dicha obra. La constructora española tiene el 18,7% del consorcio en el que está también su socio italiano Impregilo. Ambas firmaron el contrato el pasado 27 de marzo .Pero si Berlusconi se alzara con la victoria ya sea en las dos cámaras o sólo en el Senado, la cámara Alta también verá llegar las promesas electorales de la coalición de la Casa de las Libertades. La promesa estrella de los conservadores consiste en la supresión del impuesto inmobiliario a la primera vivienda. El hasta ahora primer ministro italiano ha sido ferviente defensor del puente de Sicilia y ha prometido crear 1,5 millones de empleos en cinco años.

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