Chiringuitos en la costa
La legislación española sobre el mercado de valores y la actuación de las autoridades, junto con el aumento de la cultura financiera de los pequeños inversores ha ido arrinconando a los chiringuitos financieros, intermediarios no autorizados que captaban el dinero de clientes incautos, a menudo para inversiones de alto riesgo y con lucrativas comisiones abusivas. Los intentos de estos intermediarios sin escrúpulos de resurgir captando clientela a través de internet han tenido poco éxito y, en general, los chiringuitos financieros han ido perdiendo terreno en casi todos los frentes. Pero no en todos. La instalación de extranjeros en nuestras costas como destino de jubilación ha hecho florecer una industria de intermediarios no autorizados. Las alarmas de las autoridades bursátiles han saltado, pero hace falta luchar con tenacidad contra este fenómeno, buscando si es preciso formas más eficaces de advertir a sus potenciales víctimas.