Sentido único

¡Qué silencio! Un grupo francés acaba de dirigir la creación de un gigante industrial mundial y no se oye ni una voz para felicitarle. Pero ¿dónde están los turiferarios del patriotismo económico, aquellos que abogan por una mundialización pintada con los colores franceses? Están ausentes. Parece que para nosotros la emoción tiene sólo un sentido, y en beneficio nada más que de los perdedores (...).