La carrera de fondo del Banco Popular
Los analistas ven poco creíble una opa sobre el banco y el rally bursátil se desinfla, pero los expertos ven recorrido a largo plazo
Entorno favorable para el sector por la subida de tipos, sólidos fundamentales y precios aún atractivos a pesar de la fuerte revalorización de los últimos meses. Son tres argumentos que, casi sin excepción, utilizan los analistas para seguir recomendando la inversión en los bancos españoles. Pero, en las últimas semanas, sobre todo, ruido de operaciones corporativas. Cada día más fuerte, con más combinaciones y con más protagonistas implicados.
Con tales mimbres, el sector bancario se ha visto rodeado de una especie de euforia compradora y han proliferado informes con recomendaciones y análisis, muchas veces contradictorios, haciéndose eco de todo tipo de rumores que estiran las cotizaciones. El Banco Popular, el tercero por capitalización con un valor de 15.046,9 millones de euros, ha sido uno de los protagonistas de este ruido, con una subida el martes que no se veía desde 2002, aunque corregida al final de la semana (el martes llegó a cotizar a 13,25 euros y ayer cerró a 12,38 euros).
El rally tuvo que ver con el anuncio de la salida de Javier Valls, hermano del fallecido Luis Valls, de la presidencia del banco, un cambio que el mercado quiso ver como una puerta abierta a posibles compradores 'al salir de escena los que durante mucho tiempo han sido garantes de la independencia de la entidad', señalaba el departamento de Análisis del Banco Urquijo. 'Hay muchos bancos en Europa que podrían estar interesados en el Popular, una de las mejores franquicias españolas', aseguraba un analista de Dresdner en Londres. Sin embargo, pese a los apetitos que despierta el banco, alentados ahora por el relevo generacional y la presidencia única de Ángel Ron, los expertos apuestan en un análisis más sosegado por colocar al Popular más en posición de comprador que de comprado y subrayan la vocación de independencia de la entidad.
'El cambio de liderazgo no implica un cambio en la estrategia del banco. Creemos que el Popular quiere permanecer independiente y lo vemos más como comprador', asegura Artura de Frias, de Dresdner Kleinwort. De hecho, Dresdner enfrió un poco el jueves el subidón del Popular al considerar poco probable el escenario de opa y bajar la recomendación de 'mantener' a 'reducir'. Ayer mismo otro informe de JPMorgan rebajaba algo más el tono de euforia al recordar que la estructura accionarial de los principales bancos medianos, entre ellos el Popular, hacen difícil que sean objeto de opas. El informe de este banco de inversión recordaba, además, que 'el Popular es el banco español más eficiente, por lo que no están nada claras las sinergias que un hipotético comprador extranjero podría obtener de la operación'. JPMorgan también situaba al Popular más en el lado de los compradores que de los futuros opados.
'Con Javier Valls fuera del banco, muchos inversores podrían pensar que el banco estará más expuesto al mercado, pero no creo que estén en lo cierto', señala Jean Sassus, de Raymond James.
Lo cierto es que la entidad que preside Ángel Ron cuenta con un núcleo accionarial muy estable, en torno al 35% del capital, compuesto por la sindicatura de accionistas (que engloba un 10,98% del capital), Allianz (9,37%) y Americo Amorin (6,15%). En los últimos días los accionistas de referencia han decidido agrupar y reforzar sus posiciones. Allianz ha asegurado que defenderá a la entidad financiera en el caso de que se produzca una opa hostil y que nunca será un socio hostil, descartando que la aseguradora pudiera lanzar una opa sobre el banco.
Objeto de opa o comprador, lo que los analistas tienen claro es que el Banco Popular ha salido de la atonía bursátil en la que vivió el año pasado. No en vano, la entidad acumula una revalorización del 20,19% en lo que va de año y, según distintos informes, tiene aún recorrido al alza por sus fundamentales económicos.
Apuntes para el inversor
Buena visibilidad. Ibersecurities señala en un informe que 2006 será el año de consolidación del plan Suma, que se resume en el objetivo de 1.000 millones de euros de beneficio después de impuestos, un objetivo que puede sobrepasarse, según ha señalado la entidad. Este objetivo deja el valor con múltiplos muy atractivos respecto al sector. 'Vemos que el Popular está infravalorado con respecto a los estándares de rentabilidad de la banca española y con respecto a la media de la propia entidad'.
Mejora de márgenes. Aunque la reducción de los márgenes ha sido uno de los factores que perjudicó al valor en 2005 y se espera que en 2006 continúe la caída por la fuerte presión de la competencia, Ibersecurities cree que 'el descenso del margen se irá conteniendo a medida que se optimice el coste del pasivo, gracias al mayor énfasis en el crecimiento de los depósitos' y se reflejen las subidas de los tipos de interés y la búsqueda más selectiva de volumen que llevará a cabo el Banco Popular en 2006.
Movimientos corporativos. Los analistas de Ibersecurities esperan nuevos rumores sobre 'bodas teóricas' que impliquen al Popular como comprador. 'No pensamos que estos rumores perjudiquen seriamente la evolución del valor en Bolsa, aunque estimamos que el eventual impacto negativo medio en beneficio por acción rondaría el 8% (la dilución estimada por la compra de un banco de tamaño mediano en España) considerando incluso el pago de una prima cercana al 8,5%'.