Buenos augurios en España

El fin de la violencia parece más posible que nunca (...). Los sangrientos atentados en Madrid (...) sellaron a fuego al terrorismo y abrieron la etapa final de una ETA aislada política y socialmente. Los episodios de la violencia ligada a grupos islámicos (...) han contribuido a desprestigiar las opciones terroristas (...). Desde las elecciones vascas de 2001 quedó claro que es en el propio mundo del nacionalismo radical donde se manifiesta un rechazo a la violencia que aísla a los militantes de ETA (...). Es un camino que recién comienza, pero con mejores augurios que nunca.