Calor de fusiones para la Bolsa
La fiebre de opas, fusiones y adquisiciones sube de temperatura. Al menos una docena de grandes operaciones han tenido lugar esta semana, entre ellas varias que afectan de forma directa a valores españoles, mientras siguen abiertas algunas de las de mayor recorrido. La fusión por absorción de Telefónica Móviles por parte de su matriz ha impulsado su cotización (aunque lo haya hecho antes del anuncio oficial de la operación) y la gran oferta de Ferrovial sobre el líder mundial de la gestión de aeropuertos ha premiado al grupo español de construcción y servicios, por citar sólo las grandes operaciones de los últimos dos días con protagonistas españoles. Banca, seguros, eléctricas, siderúrgicas, operadoras de telecomunicaciones, farmacéuticas, inmobiliarias, medios de comunicación, cosmética, mercados de valores... No hay sector que en todo el mundo quede al margen de una fiebre de adquisiciones en la que están saliendo muy beneficiados -al menos a corto plazo- los accionistas de las compañías.
La elevada liquidez, los buenos resultados empresariales, la cómoda situación financiera de las empresas, los bajos tipos de interés y la creciente actividad de las firmas de capital riesgo son sólo algunos de los factores que contribuyen a este festín. Al calor de las fusiones, la Bolsa ha empezado a situarse en niveles cercanos a los 12.000 puntos. En la última sesión de la semana el índice marcó un máximo de 11.949 puntos, su nivel más alto en más de cinco años, aunque al cierre cedió algo de su empuje.
Hay voces que advierten que la Bolsa ha subido muy rápido, pero buena parte de los valores que han actuado de motores están anclados en lo alto precisamente por la elevada actividad corporativa. Los resultados que se prometen dan solidez a las revalorizaciones, y el hecho de que apenas haya participado de ella un valor tan importante para el mercado como Telefónica añaden argumentos a quienes piensan que el riesgo de caída del mercado no es excesivo. El margen al alza, a su vez, dependerá de que la fiebre de operaciones prosiga.