Barroso advierte que los 'campeones nacionales' están abocados al fracaso
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, alertó ayer en el Parlamento europeo contra las tentaciones proteccionistas de los Gobiernos nacionales. Barroso cree que proteger a las empresas nacionales de la competencia internacional las condena, a largo plazo, al fracaso.
La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, también intervino ante el pleno del Parlamento europeo en Estrasburgo para advertir a los gobiernos que 'la Comisión está determinada a garantizar que las empresas pueden beneficiarse de forma efectiva de las ventajas del mercado interior'.
'Este no es el momento para el nacionalismo económico', clamó, por su parte, Barroso, aunque su plegaria, hecha en francés, no cosechó demasiados aplausos en el hemiciclo.
La Comisión llevaba así hasta la Eurocámara su batalla contra los movimientos proteccionistas detectados en algunos países de la UE. Bruselas acusa a Polonia de interferencia en el mercado financiero y mira con gran desconfianza las maniobras de Madrid y París para crear grandes grupos nacionales en el sector energético.
'Defender a corto plazo los campeones nacionales suele terminar, a largo plazo, relegando a esas empresas a la segunda división', afirmó Barroso. El portugués cree que 'las empresas que han estado sometidas a todo el rigor de la libre competencia dejan atrás a esos campeones internacionales cuando entran en los mercados internacionales'.
Barroso no puso ningún ejemplo. Pero su discurso en la lengua de Jacques Chirac evocó en muchos oyentes fracasos tan estrepitosos como la inyección de dinero público en la compañía francesa Bull con el vano intento de hacer frente a las grandes multinacionales estadounidenses del sector tecnológico.
'La ironía es que el llamado patriotismo económico trae tan pocos beneficios a los ciudadanos de Francia, España o Polonia como a los del resto de la Unión Europea', señaló el líder del grupo liberal, Graham Watson. 'Es la libre competencia lo que trae una mejora del servicio y una reducción de los precios'.
El pleno del Parlamento aprobó, por 387 votos a favor y 202 en contra, una enmienda al texto de una resolución en la que manifiesta su preocupación por las 'medidas defensivas y protectoras en favor de industrias o empresas nacionales'.
El texto condena esas medidas como 'un atentado contra los principios básicos del mercado interior , puesto que crean obstáculos al derecho de establecimiento de lo otros Estados miembros, así como a la libre circulación de capitales dentro de la Comunidad'.
No todos los eurodiputados, sin embargo, comparten la visión de la Comisión Europea. Francis Wurtz, del grupo Izquierda Unida Europea, lamentó la 'lacerante obsesión liberal de los dirigentes de la Unión Europea'. Y Claude Turmes, del grupo de los Verdes, advirtió que en los mercados energéticos, 'la respuesta no está ni en campeones nacionales ni europeos, sino en más competencia'.
Bananero
Los eurodiputados españoles del grupo Popular prefirieron llevar el debate al terreno concreto de la opa de Eon sobre Endesa. Y lo hicieron para defender sin ambages el derecho de Eon a entrar en el mercado energético español. José Manuel García-Margallo llegó a acusar al Gobierno de estar convirtiendo a España 'en una especie de república bananera' por la reciente reforma de la Comisión Nacional de Energía.
El líder del Partido Popular Europeo, el alemán Hans-Gert Pöttering, pidió a la Comisión Europea que aplique con rigor las normas de competencia.
Dos armas
Neelie Kroes advirtió ayer que Bruselas dispone de dos instrumentos, la política de competencia y la de mercado interior para frenar el intervencionismo. El único con efectos inmediatos, sin embargo, es el que puede blandir la comisaria: el Reglamento de Fusiones.
La Eurocámara reclama más interconexiones
'La falta de interconexiones entre las infraestructuras energéticas de los Estados miembros constituye una barrera', señaló ayer el Parlamento Europeo. En una resolución aprobada por 431 votos a favor y 118 en contra, la Eurocámara defiende la necesidad de completar el mercado interior de la energía 'con una competencia adecuada y no discriminatoria'.El aislamiento del mercado energético español es, precisamente, uno de los argumentos que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está invocando para justificar su especial vigilancia sobre las operaciones empresariales en ese sector. 'Somos una semi-isla energética', recordaba anteayer el vicepresidente Pedro Solbes. 'Las interconexiones con el resto de la UE no alcanzan el 3% de nuestro consumo'.Los eurodiputados defendieron ayer que la estrategia comunitaria para la seguridad del abastecimiento 'respete las diferencias geográficas, económicas, regionales, climáticas y estructurales de los Estados'.La Eurocámara pide, en concreto, que las centrales de generación 'se distribuyan de forma homogénea por el territorio de los Estados y tan cerca como sea posible de los principales puntos de consumo'.La resolución señala también que el desarrollo de la energía nuclear contribuiría a la seguridad del abastecimiento.