La brutal caída de las bolsas de Oriente Próximo provoca problemas sexuales en los inversores
Depresiones, crisis cardiacas y problemas sexuales. æpermil;ste ha sido el efecto que han provocado entre los inversores las fuertes caídas de los últimos días en las Bolsas de Oriente Próximo. En Riad, la plaza más importante de la región, el índice TASI ha caído un 28% respecto a su récord de cotización, el pasado 25 de febrero, cuando rozó los 20.700 puntos. Ya anda por debajo de los 15.000.
En Arabia Saudí, una mujer, Ouom Rached, se lamentaba: "Mi marido se ha vuelto depresivo desde que perdió 500.000 riales (133.000 dólares) en Bolsa y ya no puede cumplir con sus deberes maritales".
El doctor Laith al-Anani, del centro médico del rey Fahd de Riad, corrobora los efectos del desplome de las bolsas sobre la salud de los inversores. Los casos de crisis cardíacas y de hipotensión se han multiplicado desde que el índice TASI de la Bolsa saudí empezó a hundirse hace dos semanas.
"Muchos especuladores han desaparecido tras la fuertes pérdidas de los últimos diez días y algunos de ellos han sido hospitalizados, aunque sus familias dicen que se encuentran en el extranjero", explica Ahmad al-Anzi, director de banco.
Los mercados financieros de las ricas monarquías petroleras del Golfo obtuvieron colosales ganancias durante los últimos meses. Una circunstancia que no se correspondía con la verdadera situación económica de la zona, provocada por el enorme flujo de liquidez que generaron los altos precios del petróleo y la especulación.
Estos dos factores provocaron una burbuja especulativa, que al estallar ha provocado notables bajas en el parqué. "Sin duda, estamos ante el inicio de un crash", explica Ali Dakkak, profesor de economía en la Universidad del rey Abdel Aziz, en Yeda (oeste de Arabia Saudí).
El mercado saudí perdió ayer el 4,82%, pero el índice TASI de la Bolsa de Riad, el más importante, ha caído casi un 28% respecto a su récord de cotización, el 25 de febrero pasado, cuando rozó los 20.700 puntos. Ahora está por debajo de los 15.000. La Bolsa de Riad es la más capitalizada del mundo árabe, con cerca de 650.000 millones de dólares, la mitad del total en la región.
La Bolsa de Abu Dhabi, por su parte, perdió este martes un 4,44%, la de Kuwait cayó un 3,7% y la de Doha un 3,3%. El índice de la Bolsa de Dubai cerró con un recorte de 81,18 puntos (-11,3%), en los 611,86 puntos, un 40% por debajo de los niveles alcanzados a finales de 2005 (1.019 puntos). En El Cairo, la Bolsa llegó a perder un 11,8%, su mayor caída en un sólo día desde hace cinco años, para cerrar en retroceso del 6,4%.
Las consecuencias en el ánimo de los inversores se han notado enseguida. "Hay gente en Egipto que paró de trabajar únicamente para especular en Bolsa, y ahora deberá que pagar el precio", cuenta Ahmad Hefnaouiu, de EFG-Hermes.
"Nuestras ventas han caído más de 40% en los últimos 15 días. Mucha gente viene incluso a vernos para vender su coche", aseguró Mansur al-Souqairi, responsable de un concesionario de automóviles.
Los más afectados son los pequeños inversores, que incluso pedían créditos a sus bancos para poder comprar acciones. Pero todos los sectores de la sociedad han sufrido. La imagen de profesores comprando o vendiendo acciones mediante ordenadores portátiles o teléfonos móviles era algo impensable hasta hace poco en una sociedad profundamente conservadora. Hoy, forma ahora parte del "paisaje" saudí, ahora afectado por las caídas bursátiles.