El Estado central deja sin gastar inversiones por 400 millones
El Estado dejó sin ejecutar en 2005 inversiones reales por 400 millones de euros (más de 70.000 millones de las antiguas pesetas), a pesar del superávit fiscal registrado, el primero de la democracia. No obstante, y a pesar de los fondos que se dejaron sin gastar, el grado de ejecución se aceleró en los últimos meses hasta el 96% del gasto total previsto, un porcentaje similar al de ejercicios anteriores.
Durante el año pasado, el Estado central ejecutó finalmente inversiones por valor de 8.833 millones de euros, sobre los 9.201 millones previstos inicialmente, según el informe (avance de liquidación del año) que acaba de elaborar la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE).
La razón que esgrimen los órganos centrales de la administración para justificar estos fondos que han quedado pendientes de gastar se encuentra, no en posibles dificultades financieras (ha habido excedente fiscal) sino en el mero procedimiento administrativo, a veces complejo, con necesidad de múltiples autorizaciones.
El retraso en la ejecución de las inversiones se hizo patente en noviembre cuando sólo se habían consignado el 61% de las previstas para todo el año. En esa fecha, desde el Ministerio de Hacienda, encargado de coordinar la ejecución presupuestaria, se lanzó la voz de alarma para acelerar todos los trámites. Esto se ha conseguido en términos generales: el grado medio de ejecución (medido en obligaciones reconocidas por la administración sobre créditos totales previstos) ha alcanzado el 96% a final de año, dos puntos incluso por encima de lo cosechado el ejercicio anterior, aunque ligeramente por debajo de lo registrado en 2003.
Este acelerón no ha sido homogéneo. Destaca el esfuerzo hecho en el Ministerio de Fomento dirigido por Magdalena Álvarez, el principal departamento inversor de la administración, cuyo grado de ejecución ha llegado al 96,8% (4.360 millones de euros). En cambio, no se puede decir lo mismo de otros departamentos como Educación y Ciencia, con el 93%, tres puntos por debajo de la media.
Por debajo también están, Industria, Agricultura y Vivienda. Asuntos Exteriores también se ha quedado por debajo del listón (sólo el 90%) aunque su peso en el conjunto de inversiones reales es pequeño frente a los grandes departamentos ministeriales en gasto como Fomento o Medio Ambiente.
La intención de la administración durante 2006 es potenciar el desarrollo de las inversiones para acercar su ejecución al 100%, algo que en 2005 sólo lo han conseguido dos ministerios (Presidencia y Sanidad), ambos con escaso perfil inversor. Las mismas fuentes destacan que las inversiones reales no ejecutadas durante 2005 no se van a perder aunque sí sufrirán un ligero retraso en su tramitación que, probablemente, se corregirá a lo largo del presente ejercicio.
El retraso en la ejecución de las inversiones no es nuevo en la administración. Casi todos los años existe una cierta atonía que se va corrigiendo conforme madura el ejercicio. Hacienda quiere que no sólo mejore la ejecución, medida en términos de obligaciones reconocidas (compromisos firmados por los diferentes ministerios), también desea que mejore en términos de pagos realizados para no perjudicar a las empresas contratistas con la administración . El año pasado la ejecución de inversiones medida en pagos realizados (efectivos) sobre créditos totales sólo llegó al 76%. Muchas empresas que contratan con el Estado prefieren cobrar aunque sea tarde a cambio de no perder futuras adjudicaciones.
Solbes impulsará impuestos con fines 'no recaudatorios'
'Los impuestos sirven para algo más que para recaudar'. Con esta frase, el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, indicó ayer que el Ministerio de Hacienda que dirige potenciará en los próximos meses la creación y el desarrollo de tributos 'con fines no recaudatorios' como ya ha empezado a hacer con la subida del gravamen del tabaco.Esta idea es 'de inspiración' del hasta ahora secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y tendrá su continuidad con Carlos Ocaña (relevo de Ordóñez), según recalcó ayer el propio Solbes en la toma de posesión del nuevo número dos del Ministerio. La intención del Gobierno es seguir usando el efecto disuasorio de los impuestos en la sanidad (ha aprobado ya varias subidas en los primeros meses del año) y comenzar a hacerlo en 'asuntos medioambientales'. Hacienda cuenta con tener un borrador de la nueva fiscalidad medioambiental para otoño, con el fin de que entre en vigor a lo largo del próximo ejercicio.Solbes dio las gracias ayer a Fernández Ordóñez por su gestión 'generosa' al frente de la Secretaría de Estado de Hacienda y en la que ha diseñado, entre otros asuntos, la reforma del IRPF y el impuesto de sociedades. 'Lo despedimos, de momento; sabemos que volverá como siempre ha hecho en los últimos años, como corresponde a un servidor de la administración', comentó, en referencia a su reciente nombramiento como consejero del Banco de España y con la mira puesta para ser el relevo del gobernador Jaime Caruana. El vicepresidente Solbes destacó también que la estabilidad presupuestaria seguirá siendo el objetivo prioritario del Gobierno durante el resto de la Legislatura, una vez que se ha conseguido superávit en las cuentas públicas. 'Rebajamos los impuestos pero con prudencia, con el margen necesario para no poner en peligro la financiación de los gastos futuros', añadió.