El Subaru Impreza mejora estética y mecánicamente
No son los Subaru vehículos muy populares, pero sí codiciados por una selecta clientela que, desde siempre ha fijado su atención en una de las marcas japonesas más exclusivas. Además, los éxitos en el Campeonato de Rallys han hecho de modelos como el Impreza un auténtico icono para los amantes de la conducción deportiva.
Precisamente, el benjamín de la gama acaba de ponerse al día al recibir un buen montón de cambios, tantos que casi se puede hablar de un automóvil nuevo. De momento, su estilo, tanto en carrocería berlina como en el caso del práctico y versátil familiar Sport Wagon, ha variado al introducir un frontal más agresivo, con ópticas en forma de 'ojo de halcón'. También luce una novedosa parrilla dividida en tres secciones, en línea con la estrenada por los todocamino Tribeca B9 -de pronta comercialización- y el micro utilitario R1 conforme a los orígenes de una marca antaño especializada en la producción de motores para aviones.
No falta nueva silueta de antinieblas, paragolpes con tomas de aire más generosas, deflectores laterales y capó de efecto tridimensional y grupos ópticos revisados. Junto a ellos, inéditos diseños de llantas. Por su parte, el tope de gama, el STI, añade un alerón en el techo junto al spoiler sobre el capó del maletero y, todavía más llamativos, unos pequeños difusores en los bajos, similares a los de algunos superdeportivos.
Dentro, las mejoras consagran un habitáculo más refinado, pues son todavía más sustanciosas que las novedades exteriores: modernos asientos y tapizados, guarnecidos o cuero de serie en el WRX Sport Wagon. Precisamente éste, y también el STI, montan por fin airbag delanteros laterales -se añaden a los dos frontales-, mientras que la consola de la gama al completo, rematada en un suave plástico que imita aluminio, ha sido ligeramente variada.
De todos modos, las principales novedades se centran en el apartado mecánico. De entrada, el nuevo escalón de acceso, que como el resto se beneficia de tracción total simétrica -con diferencial central y reparto de par entre ejes del 50%-, es el 2.0R (desde 20.950 euros), que pasa de unos modestos 125 CV a unos satisfactorios 160 -par máximo de 186 Nm a 3.200 rpm-. Con semejante aporte el coche luce un carácter más dinámico y temperamental, como avala una aceleración hasta 100 km/h de 8,8 segundos con una velocidad máxima de 210 km/h, mientras que el consumo es de 9 l/100 km. El siguiente escalón es el atractivo WRX con un excelente 2.5 turbo bóxer de 230 CV. Esta variante araña segundos en aceleración -sólo 5,9 segundos-.