Un modelo fiscal sólido
El modelo fiscal español está consolidado y ofrece garantías a los particulares y empresas de que no será modificado de manera brusca. Por tanto, proyecta la estabilidad normativa precisa para incentivar la toma de decisiones económicas de largo plazo, así como el compromiso de estabilidad en las finanzas públicas, que no serán víctimas de vaivenes desmesurados que pongan en duda el crecimiento.
La reforma propuesta por el Partido Popular, pese a gastar (de aplicarse) todo el superávit fiscal anual y un poco más, se mantiene dentro de los cánones que sus propios Gobiernos diseñaron, y que el actual ha respetado. Si Solbes ha unificado la tributación de las rentas del capital, el PP promete una deducción para los productos de ahorro. Pero en el resto de cuestiones sólo estira los instrumentos existentes, aunque en algunos casos, fruto de la libertad que da la oposición, choca con sus convicciones, como la deducción en vivienda.