Verizon quiere comprar la participación de Vodafone en su empresa de móviles
La AT&T nacida de la fusión anunciada este pasado fin de semana proyecta una alargada sombra sobre una competidora, Verizon, que con ser la más inmediata a la nueva telefónica en todas sus cifras, queda con esta operación muy lejos. Sus acciones caían ayer en los mercados a media jornada a pesar de que desde la propia compañía se mandó el mensaje de que la prioridad es comprar a Vodafone el 45% que esta tiene en su negocio de móviles, Verizon Wireless.
El portavoz de la compañía Peter Thonis, afirmaba ayer que esta adquisición está en el primer puesto de la lista de operaciones pendientes. El porcentaje que Vodafone tiene en Verizon Wireless está valorado entorno a los 36.000 millones de dólares según los analistas y Verizon tiene una opción de compra preferente de este paquete accionarial entre este año y 2007.
Estos planes de compra se completan con otras operaciones como integrar la adquisición de MCI hecha en enero por valor de 8.440 millones de dólares y segregar su negocio de guías. El problema para Ivan Seidenberg, consejero delegado de Verizon es que en el pasado Vodafone ya ha advertido que no tenía prisa por vender los activos en EE UU porque para ellos eran muy valiosos.
Esta compra ha estado durante mucho tiempo en la agenda de la telefónica neoyorquina, sobre todo desde que Cingular adquirió AT&T Wireless (una operadora entonces segregada de AT&T Corp.) en 2004 y se convirtió en la primera operadora de móviles del país.
Ahora con la consolidación de la propiedad de Cingular, que antes tenían por un lado BellSouth y por otro AT&T (antes SBC) la misma consolidación en Verizon Wireless gana atractivo, máxime cuando la telefonía sin hilos sigue siendo un negocio de crecimiento en EE UU. Muchos analistas creen que se pueden seguir registrando altas tasas de crecimiento en los siguientes dos años.
Algunos expertos ya empezaban a especular ayer que además de esta operación, difícil por la posición de Vodafone, Verizon debería intentar la compra de la otra de las bells libre Qwest Communications o Alltel Corp, no solo para competir con AT&T sino también con las empresas de cable con las que cada vez es más dura la competencia.