Carencia y potencialidad del desarrollo tecnológico
Lejos de acercarnos a los niveles de inversión en I+D+i establecidos en la Cumbre de Lisboa, un estudio reciente de la Unión Europea afirma que España pierde terreno en la carrera de la innovación.
Nuestro país presenta una serie de déficit constantes, casi endémicos, como son la escasa participación del sector privado en I+DT (investigación y desarrollo tecnológico); la distancia existente entre el sistema público de innovación y las necesidades tecnológicas del sistema productivo, compuesto en su mayoría por pymes; incluso la limitada representación de los intereses de la pequeña y mediana empresa española en la creación del espacio europeo de investigación e innovación y el fomento de la actividad exportadora de tecnología de las empresas en ámbitos geográficos de interés para España.
Desde Fedit llevamos tiempo reivindicando lo necesario que es desarrollar políticas públicas a largo plazo más ambiciosas, que sirvan para dinamizar la inversión en I+D del sector privado. Para ello, una herramienta tremendamente eficaz con la que cuenta el sistema son los centros tecnológicos.
Los centros tecnológicos surgen en la década de los ochenta de la necesidad de dinamizar procesos de desarrollo tecnológico e innovación en la industria. Mediante la generación o adquisición de conocimientos y su desarrollo en forma de nuevas tecnologías, los centros tecnológicos actúan como puente que permite enfocar la investigación básica desarrollada hacia la mejora competitiva de las empresas.
La existencia de especializaciones industriales y clusters sectoriales en los ámbitos regionales, la proximidad de las Administraciones autonómicas al tejido productivo de su entorno y la capacidad de los diferentes colectivos empresariales de haber formulado y anticipado sus necesidades en el ámbito tecnológico de manera explícita y conjunta, han hecho que el desarrollo de los centros tecnológicos haya sido básicamente regional.
Por su cercanía al tejido productivo y el profundo conocimiento de las necesidades y problemáticas reales de éste, los centros tecnológicos han demostrado ser uno de los agentes más activos en la dinamización del gasto privado en I+D.
Fedit cuenta con 61 centros tecnológicos en los que trabajan cerca de 5.000 empleados (en su mayoría doctores y titulados superiores) y 1.400 becarios. Su facturación alcanzó los 326 millones de euros en 2004, firmándose contratos con 25.000 empresas, de las cuales 11.300 forman parte de sus órganos de gobierno y representación. En cuanto a su actividad, en 2004 se realizaron cerca de 190.000 servicios tecnológicos, más de 4.000 proyectos de I+DT (propia y bajo contrato) y 47.700 actuaciones de formación y difusión.
Los centros tecnológicos también son uno de los agentes más activos en la consecución de retornos de los programas marco europeos. Según un informe del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) de principios de 2005 sobre la participación española en el VI Programa Marco, los centros tecnológicos ocupan el segundo puesto entre los agentes españoles que más fondos capturan (en valor absoluto) del VI Programa Marco, datos muy destacados si tenemos en cuenta que el agente más eficiente dispone de una plantilla dos veces superior al conjunto de centros. Los centros tecnológicos son magníficos aliados del sistema público de investigación, así como de los equipos de investigación de universidades y otros agentes, para orientar esta actividad hacia las necesidades empresariales.
Por otra parte, desde Fedit venimos observando desde hace tiempo cómo en Europa se camina hacia la formación de grandes redes tecnológicas y alianzas estratégicas, en las que la actividad en I+D+i se orienta cada vez más hacia proyectos de alta tecnología, con planteamientos multidisciplinares, multirregionales y multisectoriales.
Conscientes de las necesidades actuales, los centros tecnológicos estamos preparados para asumir responsabilidades en la construcción de un moderno sistema español de innovación, y estamos dando los pasos necesarios para mejorar y evolucionar.
La existencia de múltiples sistemas de innovación regionales nos obligan a trabajar por la necesaria coordinación y cooperación entre los diferentes centros tecnológicos, que permita mejorar la eficiencia del modelo y estructurar un mapa de centros tecnológicos capaz de jugar un papel todavía más relevante en el ámbito nacional y europeo.
Para ello, hemos organizado el I Encuentro de Centros Tecnológicos de España, que tendrá lugar en Toledo entre hoy y mañana, con el objetivo de ser un foro que permita el intercambio de experiencias entre el personal de los centros, así como impulsar las relaciones de cooperación y aprovechar las sinergias del conocimiento de los asistentes.