El director financiero de AT&T, Richard Lindner, explicó hoy en una reunión con analistas, que esta regulación de empleo se producirá en los dos próximos años.
Las compañías telefónicas anunciaron ayer un acuerdo de fusión que obligará a AT&T a desembolsar 67.000 millones de dólares por la compra de su competidora, lo que supone una de las mayores operaciones realizadas en este sector. La operación se cerró durante el fin de semana, aunque ayer la prensa estadounidense ya se hizo eco de los rumores que hablaban de un acuerdo.
La repercusión del anuncio en las bolsas estadounidenses no se ha hecho esperar. A las 11.15 horas en Nueva York, (17.15 en España), las acciones de AT&T retrocedían en la bolsa de la citada ciudad un 1,57%, hasta los 27,55 dólares. Las de BellSouth, sin embargo, se disparaban en un 11,03%, situándose en los 34,93 dólares.
El acuerdo, sobre el que se venía especulando desde hace tiempo, dará a la nueva empresa una amplia presencia en el mercado norteamericano de telefonía. La fusión de las dos compañías conseguirá un gigante con un valor de mercado de 165.000 millones de dólares, y unos ingresos potenciales de 64.000 millones de dólares anuales.