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Directivos

Mucho arte en Euroconsult

Dicen los que le conocen que se trata de un hombre comunicativo, cercano en el trabajo y tremendamente emprendedor que ha entregado sus conocimientos, todo su tiempo y sus ilusiones a Euroconsult, la empresa de ingeniería de consulta que creó en 1968. La filosofía de trabajo que aplica Björnulf Bounatian Benatov, ingeniero nacido en París hace 68 años, se basa en la creencia del trabajo en equipo, 'capaz de asumir responsabilidades'. Porque si algo le gusta, según explica este ejecutivo de complexión fuerte y porte distinguido, es distribuir el trabajo 'y que la gente crezca tomando decisiones'.

Explica que no cree en los organigramas tipo peine, sino en el modelo piramidal, donde cada uno es reponsable de lo que hace. 'Demando que si hay un problema haya una solución. Mal asunto si soy yo el que tengo que resolverlo', dice Benatov.

Trabaja en un edificio de los denominados inteligentes con sistema foltovoltaico conectado a la red, ubicado en un polígono industrial en la zona Norte de Madrid. Y si algo tiene de especial el espacio en el que desempeña su actividad, es por la cantidad de obras de arte que allí reposan.

'Puedo desaparecer durante varios días, que todo funciona. No me jubilo porque creo que todavía puedo ayudar'

Se considera exigente y tolerante con los errores. 'Es una manera de aprender'. No es de los que crea que la letra con palo entra. 'Es mejor el ejemplo'. Para no olvidarlo tiene apuntada un viejo axioma de Víctor Hugo, que dice que la palabra mueve, pero el ejemplo arrastra. 'Es muy difícil ser jefe porque siempre tienes que ser modelo'. Y eso implica, por ejemplo, ser el primero en llegar a la oficina y el último 'para echar a la gente y que se vaya a casa'.

En su afán porque la plantilla, compuesta por más de 700 empleados, tenga un mayor equilibrio entre la vida personal y laboral, Benatov asegura que ha tomado la decisión de cortar la calefacción en la oficina a las siete de la tarde, y ahora se está planteando cortar la luz. 'Es contraproducente trabajar hasta las nueve de la noche. Se gasta energía y no es competitivo', explica este directivo, que trabaja una media de ocho horas al día. 'Y en ese tiempo se pueden hacer muchas cosas'.

Benatov dice que es extremadamente ordenado, ya que un papel 24 horas sobre la mesa no sirve para nada. 'Distribuyo todos los papeles y luego exijo soluciones'. También le gustan los espacios amplios y luminosos. Pero sobre todo tiene una pasión, el arte. 'No tanto el contemporáneo, como la armonía del color de los clásicos, del impresionismo o del realismo francés'. Asegura que podría estar todo un día mirando un cuadro. 'En cambio, el arte moderno lo miras durante cinco minutos y ya lo has visto todo'.

A pesar de que ya ha sobrepasado la edad oficial de la jubilación, no le ha pasado por la cabeza la idea de retirarse. 'Moriré con las botas puestas. Me gusta mi trabajo, pero no he tenido en mi vida ningún momento de aburrimiento. Lo que estropea a la civilización es la apatía'. A pesar de que tiene intención de continuar en Euroconsult, explica que ya ha comenzado a preparar la sucesión. Dice tenerlo todo bien atado. 'Puedo desaparecer durante varios días, que todo funciona perfectamente. No me jubilo porque creo que todavía creo que puedo ayudar'.

Benatov explica que en Euroconsult tiene todavía proyectos por delante. El grupo se encuentra sumido en una etapa de 'consolidación' y 'reorientación' de su actividad hacia el sector de la empresa privada, que hasta ahora suponía una parte reducida de su facturación. La compañía facturó en 2005 40 millones de euros. El 40% de la cifra de negocio proviene de las Administraciones públicas, mientras que el resto proviene de empresas privadas. 'Tenemos que buscar nuevas áreas de negocio, tras la desaceleración de las inversiones públicas en grandes obras de edificación e infraestructuras', afirma.

El sabio consejo de su padre

Amante del arte, aclara que prefiere la escultura a la pintura. En su despacho guarda un repertorio de pequeñas esculturas, algunas de ellas de Dalí. Esta afición le viene por vía paterna, ya que su progenitor, Leonardo Benatov, era pintor. Decidió no seguir sus pasos. 'Me lo desaconsejó él mismo. Me dijo que sería mejor ingeniero que pintor. Y creo que acertó, porque para ello se requiere de una cierta minuciosidad que yo no tengo'. Una de sus tareas más apasionantes ha sido conseguir reunir 480 obras de su padre. De las paredes de su depacho cuelgan varios aguafuertes del pintor Eduardo Naranjo, una técnica que asegura que 'no distrae porque son ligeros'. En el pasillo de acceso al espacio que ocupa, exhibe varios bajorrelieves de Dalí.Otra de sus pasiones son los coches. Aún conserva todos los automóviles que ha adquirido en las últimas dos décadas. Y si algo le gusta los fines de semana es ir al Circuito del Jarama a correr. O anotar en un diario todo lo que le acontece día a día.

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