Nacionalismo
Es el Gobierno el que, en 2006, ha decidido y organizado, y Dominique de Villepin en persona el que ha anunciado, desde Matignon, sin concertarlo con los sindicatos ni con la Comisión de Bruselas, en un fin de semana, la fusión de la sociedad privada Suez con la empresa nacionalizada Gaz de France (GDF), creando el segundo grupo mundial de electricidad y de gas (...). Es la eventual opa italiana de Enel sobre GDF la que impulsa al Gobierno a provocar el acercamiento franco-francés. Es deplorable. Villepin se muestra proteccionista, por no decir nacionalista. Ayer, Francia dijo no al proyecto de Constitución europea. Hoy, dice no a la Europa energética.
¿En qué medida, en efecto, Enel entiende menos que GDF cuál es el interés estratégico de Europa? Cuando Vladimir Putin cortó el gas a Ucrania, hace unas semanas, la UE descubrió que le faltaba unidad frente al gigante ruso, su principal abastecedor, y que quedaba, de cierto modo, a su merced. Así pues, todos entendemos que la seguridad del gas en Europa pasa por la constitución de grandes grupos paneuropeos y no por la construcción de 'campeones nacionales' (...).