La economía española crece el 3,4 en 2005, la mejor tasa en cuatro años
La demanda nacional fue en 2005 el gran impulsor de la economía española, a un mayor ritmo, incluso, que el de los últimos años. Su aceleración, del 4,9% al 5,3%, ha permitido que el PIB crezca a una media del 3,4%, tres décimas por encima del ejercicio anterior y a la tasa más alta de los últimos cuatro años.
Los datos de contabilidad nacional, hechos públicos ayer por el INE, colocan a la economía española en el furgón de cabeza del crecimiento de la UE, dos puntos por encima de la media comunitaria.
La fortaleza de la demanda interna se extiende tanto al consumo de las familias, que crece al 4% (cuarto trimestre) como a la inversión. Esta última rúbrica ha sido excepcional, sobre todo los bienes de equipo, con un fuerte aumento del 9,1% a final de año, prueban el vigor inversor.
Tales cifras contrastan, sin embargo, con las del sector exterior en una economía cada vez más dualizada. El mayor avance de las importaciones sobre las exportaciones (crecen el doble) ha provocado que se amplíe la brecha acumulada en años anteriores. Así, la contribución neta del sector exterior al crecimiento del PIB se ha elevado de -1,8 a -1,9 puntos. Ello quiere decir, que la economía podría haber crecido aún más, al 5,3%, si no fuera por el agujero exterior.
El sector exterior amplía la brecha negativa a casi dos puntos de PIB
Construcción e inversión en bienes de equipo, factores más dinámicos
Desde el punto de vista de la oferta, el comportamiento ha sido positivo en todos los sectores. Destaca, la construcción, que, incluso, ha acelerado su ritmo (del 4,8% al 5,4%), en contra de quienes habían previsto una moderación.
La actividad industrial también ha mejorado (del 0,5% al 1,7%) aunque a tasas modestas. La agricultura sigue con caídas de producción pero menores que en 2004. El Gobierno cree 'excelentes' los datos de cierre del año (en el último trimestre el PIB se aceleró al 3,5%). David Vegara, secretario de Estado de Economía, recalcó ayer que tales cifras 'permiten mantener' el crecimiento oficial previsto para 2006 (3,3%), a pesar del escenario de subida de tipos de interés y del petróleo. Vegara espera que la zona euro (principal socio comercial de España) recupere el tono en el primer semestre y ayude a 'reconducir' la brecha del sector exterior. Los sindicatos y la CEOE advierten, sin embargo, de que el crecimiento del PIB está cada vez más descompensado.
Beneficios empresariales al alza
Los beneficios de las empresas intensificaron el pasado año su senda de crecimiento. Los excedentes brutos de explotación crecieron un 10% en 2005, frente a avances del 7,9% y 6,1% registrados en 2005 y 2004, respectivamente.Por el contrario la aportación de los impuestos al crecimiento moderó su ritmo de avance del 12,3% de 2004 al 9,1% registrado el pasado ejercicio. La remuneración de los asalariados, por su parte, se mantuvo prácticamente estancada, con una leve aceleración de dos décimas (hasta el 6,2%). Sin embargo, este avance no se ha trasladado al coste laboral unitario (lo que cuesta producir una unidad de producto), que creció el pasado año un 2,2%, cuatro décimas menos que en 2004.
El deflactor sigue en el 4,4%
El Producto Interior Bruto (PIB) medido a precios corrientes (sin descontar la inflación) registró en 2005 un crecimiento del 8,1% a finales del cuarto trimestre, según el INE. Ello implica un aumento del 4,4% en el 'deflactor del PIB implícito', un dato similar al de 2004.El deflactor del PIB es el mejor indicador para medir el incremento de precios en la economía (mejor que el IPC, que sólo mide precios de consumo).El mantenimiento del deflactor en tasas por encima del 4% es fiel reflejo de las tensiones inflacionistas que existen en la economía. El Ejecutivo, sin embargo, cree que estas tensiones son pasajeras e insiste en la necesidad de que se mantenga la moderación salarial.