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Rafael Villaseca

'El accionista de Endesa no debe ver sólo el dinero, sino el proyecto'

Es una de las caras visibles de la opa que ha convulsionado al sector energético. Su empeño ahora es convencer a los accionistas de Endesa de la bondad de una oferta que, 'en estos momentos', su compañía no piensa subir.

El consejero delegado de Gas Natural llevaba menos de un año en el cargo cuando, el pasado 5 de septiembre, su compañía lanzó una opa hostil sobre Endesa. Tras un largo camino lleno de obstáculos, especialmente de los administradores de la eléctrica que, desde el principio, han considerado que el precio ofrecido (21,3 euros por título, de los que un 65% son en acciones del nuevo grupo) es manifiestamente mejorable, Rafael Villaseca dice respirar más tranquilo porque la operación ya está en su recta final, tras ser autorizada por el Gobierno con condiciones aceptables.

Hasta ahora, la opa estaba en manos del Gobierno, pero ya depende sólo de Gas Natural. Todos los analistas, incluidos algunos de sus asesores, coinciden en que es necesario subir el precio. ¿Están dispuestos a que fracase la operación por no subirlo, tal y como insisten?

La opa está en el mercado, el resto son trámites previos. Es una oferta que deberá ser aceptada o no y siempre está condicionada al mercado, no a otra cosa. Nosotros seguimos pensando que nuestra oferta es la adecuada y, en estos momentos, no estamos pensando en modificarla porque ofrecemos un proyecto de futuro con una rentabilidad más atractiva. Lo que decimos a los accionistas de Endesa es que, con independencia de la liquidez, de más de siete euros por acción, van a cambiar su proyecto por otro con más posibilidades de beneficio, de dividendo y de rentabilidad. Estamos convencidos de que los accionistas así lo valorarán.

¿Cuál es ese proyecto?

Es un proyecto de mayor envergadura y más posibilidades de futuro: la integración del gas y la electricidad, en línea con lo que ya sucede en Europa. En el futuro inmediato el principal destino del gas será la electricidad y ésta se producirá mayoritariamente con gas. En Europa no hay otro camino en los próximos 10 años. El tener fuentes importantes y diversificadas de gas es fundamental y la integración dará unas alas y unas posibilidades en el mundo que no tiene el proyecto aislado de Endesa. Por otra parte, la gestión conjunta de las redes de distribución permitirá unos beneficios por sinergias, que proporcionarán más negocio y mejorarán la calidad en beneficio del consumidor.

Parece que ahora el objetivo es hacer que se enfríe la cotización de Endesa. ¿Cómo piensan conseguirlo?

Nosotros sólo decimos que no compartimos las valoraciones y perspectivas que se están haciendo y que nuestro proyecto supone un cambio a mejor. ¿Por qué pensamos que la cotización de Endesa debe reflejar otros parámetros? Fundamentalmente, por el análisis de sus resultados de 2005. No se puede permitir el optimismo que se les quiere adjudicar, pues cualquier análisis riguroso demuestra que están apalancados en unos beneficios extraordinarios que realmente no son tales y que el negocio ordinario está sujeto a riesgos regulatorios extremadamente altos y a unas hipótesis de tarifas imposibles de extrapolar.

Pero eso es como decir que quieren comprar una mala empresa.

No, en absoluto. Hay que distinguir lo que es hablar mal de lo que es no creer en determinadas hipótesis lanzadas por Endesa. Pensamos que es una empresa excelente, pero no compartimos el desaforado optimismo que ahora se ofrece extrapolando unos datos que no son posibles. Según las perspectivas de negocio y de beneficio para 2006, en dos años, las tarifas eléctricas subirían un mínimo del 35%. Eso, en nuestra opinión, es imposible. Pensamos que la subida no será ésa y que la rentabilidad de Endesa será distinta a la que se quiere hacer ver. No creemos que en los meses transcurridos desde la opa las cosas hayan pasado de ser lo que eran a ser algo tan extraordinario.

Pero hay previsiones que no son sólo de Endesa, sino de todo el sector, como el déficit de tarifa. Y no es creíble que si Gas Natural compra Endesa vaya a cambiar esa previsión, pues el Gobierno ha reconocido el de 2006 y ya hay datos de enero.

El déficit existe, pero hay que analizarlo en su conjunto. El Gobierno tiene un compromiso con el déficit, pero también tiene otro para atacar la formación del mismo. Si las cosas siguen como en enero, por ejemplo, esto significará que 2006 acabará con un déficit de entre 5.000 y 6.000 millones, con lo que habría que subir las tarifas un 50% para cubrir los dos años y, aunque se financie a plazo y con interses, eso no nos parece realista. Las tarifas deben ser aditivas y es necesario acomodarlas a los costes y al mercado, sin embargo, en Gas Natural nos cuesta pensar que la actual formación de los precios del pool sea correcta y estamos convencidos de que se va a tomar algún tipo de medida para resolver los problemas apuntados por el Libro Blanco y otros estudios.

Pero el que la cotización de Endesa sea superior a 24 euros no responde sólo a los resultados previstos.

Es normal que cuando se sufre una opa, el opante baje y el opado suba. A partir de ahí, ha existido un fenómeno de entrada y salida de fondos que pone la cotización en una situación muy excepcional.

¿Cree que la subida la han impulsado los fondos?

Muy probablemente. Un porcentaje del capital de Endesa, se especula que es el 60% o el 70%, ha cambiado de manos después de la opa. Eso nos lleva a pensar que están pasando muchas cosas con la cotización de Endesa. Pero, sin duda, cuando las aguas reposen nos dejarán ver mejor la realidad.

¿Y cree que van a reposar a partir de ahora?

Seguramente. Conforme se acerque el final del periodo de suscripción veremos las cosas con más tranquilidad. Ahora, la Bolsa está llena de rumores que contribuyen a una situación muy especulativa.

¿Cómo interpreta la salida de fondos como Templeton?

Parece lógico suponer que han creído que los títulos ya valen más de lo que ellos entendían y, por esa razón, venden.

Por lo tanto, no le han convencido de que vaya a la opa.

Se puede ir a la opa a través de muchos procedimientos: vendiendo Endesa y comprando Gas Natural o entrando en la nueva compañía. La situación es compleja, es posible vender ahora y entrar en otra posición; de hecho, hay un arbitraje continuo.

Se dice que los fondos han sido sustituidos en parte por capital riesgo ¿Qué opina?

¿Capital riesgo? Yo creo que más por hedge funds, pero no lo sé con certeza.

Si a finales de marzo, cuando esté a punto de concluir el periodo de suscripción, la cotización sigue alrededor de 24 euros. ¿Mantendrá Gas Natural la oferta en 21,30 euros?

Hemos de ver todas estas cuestiones con más detenimiento. Creo que el inversor de Endesa, insisto, no debe contemplar sólo el dinero que recibe, sino el nuevo proyecto. No se trata de recibir un dinero, sino de cambiar un proyecto por otro que va a cambiar la situación presente, que va a afrontar el nuevo marco regulatorio, con un mix más equilibrado y más valor añadido integrando el gas y la electricidad. Eso es, creemos, lo que se debe considerar.

El otro día, el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, dijo que si Gas Natural sube el precio, después de haber insistido en que no lo hará, podría estar lanzando un mensaje engañoso al mercado. Y sugirió algún tipo de responsabilidad legal en línea con lo que le ocurre a Repsol por la caída de las reservas.

El presidente de Endesa nos tiene acostumbrados a este tipo de declaraciones tremendistas que carecen de toda base. La referencia a Repsol está completamente fuera de lugar y, en cuanto a nuestras afirmaciones, son muy claras: tenemos la capacidad de hacer lo que nos permite la ley y de manifestar en cada momento lo que opinamos. Nosotros no estamos engañando. Se trata, una vez más, de una maniobra de la confusión para intentar judicializarlo todo.

Las desinversiones a las que obliga el Gobierno son superiores a las que preveían, unos 9.000 millones. ¿Esto permitiría subir el precio sin cambiar los planes originales?

El problema no es obtener el dinero, pues Gas Natural tiene capacidad financiera suficiente. æpermil;sa no es la cuestión. La cuestión es si eso tiene justificación empresarial y no tiene que ver con que tengamos mil millones más o menos

El Ministerio de Economía ha mostrado su preocupación por la vulnerabilidad de su accionista Repsol.

No me consta esa preocupación. Estamos convencidos de que el proyecto puede garantizar un núcleo duro y se van a incorporar al proceso otros accionistas que le acabarán de dar fortaleza. Repsol es un accionista relevante que, por la dinámica de la operación, quedará diluido, con una participación de alrededor del 13%. Y, aunque no me parece que suponga un riesgo, su posición es relevante junto a otras que también lo son y a otras más que se puedan añadir.

¿Quién podría sumarse?

Cualquiera está invitado. Es un proyecto de sumas, no excluyente. Estaríamos encantados de que se incorporaran nuevas instituciones. Estamos convencidos de que el núcleo accionarial estable será, incluso en el peor de los casos, mucho más estable que el que ahora tiene Endesa. El riesgo que se apunta con Repsol es mínimo al lado del que tiene en estos momentos Endesa.

El cual explicaría la opa. Pero la preocupación sobre Repsol es que otra compañía le lance una oferta y de un golpe se quede con el primer grupo energético español.

Pero con un 13% eso sería muy difícil. No creo en ese riesgo.

Al parecer, Caja Madrid está esperando una oferta y, pese a las invitaciones públicas, no hay nada concreto. ¿Qué le pueden ofrecer?

En cuanto nos aprueben el folleto, nos vamos a dirigir a todos los accionistas de Endesa. Es un proyecto abierto a todos ellos y, especialmente, a Caja Madrid. ¿Quiénes serán luego los que ocupen los cargos? Eso lo dirá el consejo de administración, pero creo que el tema de los cargos es una cuestión secundaria

No parece que Caja Madrid lo considere secundario.

No lo sé. Lo fundamental es el proyecto, aunque es natural que determinadas posiciones accionariales tengan derechos políticos, ¡faltaría más! Pero ésa es una cuestión que los accionistas y el futuro consejo tendrían que decidir.

¿Es cierto que Gas Natural no habría asumido las condiciones que proponía la CNE o el Tribunal de la Competencia en su voto particular?

Había condiciones, especialmente de los votos particulares, de difícil asunción. Pero lo cierto es que no llegamos a valorarlas porque esperamos a ver la decisión final del Gobierno.

Estas condiciones se referían a la superposición de redes de distribución de gas y electricidad y al aprovisionamiento de Argelia, los únicos puntos en los que Gas Natural no proponía ninguna desinversión.

Estábamos sorprendidos porque el abastecimiento de Argelia nada tiene que ver con la opa. Da la sensación de que, aprovechando ésta, se quería cambiar la regulación. El aprovisionamiento a través del gasoducto es el mismo antes y después, por eso nos costaba entender esa medida. En cuanto a la distribución, se pretendía algo que no existe en el mundo. La distribución es un monopolio natural que está regulado y nada tiene que ver con la comercialización que está liberalizada. Por tanto, no tiene sentido decir que al tener las dos redes se tenga un monopolio, porque lo que hay son dos que están regulados.

Pero no se hablaba de monopolio, sino de los efectos del solapamiento de las redes.

Es que no existe un solapamiento. El que sean uno o dos los propietarios de las redes no cambia nada el panorama, aunque puede existir el riesgo de que la información que se tiene del consumidor genere posiciones de abuso. Para resolver esto existen otras vías que recogen las directivas comunitarias. En esa línea ha ido, finalmente, el Gobierno con la creación de una central de switching oficina que gestiona los datos del cliente, porque ha entendido que disponer de dos redes no supone solapamiento.

Pero en esta cuestión coincidían la CNE y el TDC.

Pero no coinciden con ningún regulador europeo. Se pretendió introducir medidas drásticas que nosotros, dicho sea con todo el respeto para la CNE y el tribunal, no entendímos.

El Gobierno, finalmente, también lo ha entendido así. ¿Cómo lo convencieron?

Nosotros ya manifestamos nuestra opinión en nuestros escritos a la CNE, el TDC y el Servicio de la Competencia y, sobre todo, lo pusimos en comparación con nuestros competidores en Europa. Muchas de las condiciones que se nos querían imponer a nosotros no se exigen a los competidres europeos, lo que suponía un agravio.

Endesa mantiene algunas demandas importantes ante diferentes instancias contra la opa. ¿Les preocupa alguna especialmente?

Las tenemos todas en cuenta. Estamos convencidos de que, al igual que con los recursos resueltos, la razón se acabará imponiendo. Tenemos toda la confianza en la justicia, tanto la española como la comunitaria.

'Una parte de los activos se venderá mediante subasta'

 

Muchas empresas del sector están interesadas en los activos a desinvertir, especialmente Enel y Unión Fenosa. ¿Le han prometido algo a alguna?

No tenemos ningún compromiso. Hemos tenido contactos con la práctica totalidad de los operadores que están en España y con algún extranjero. Es aún prematuro. Cuando el plan que tenemos que entregar al Gobierno esté aprobado y nos acerquemos más al momento de su ejecución, obviamente, utilizaremos estos contactos para cerrar los acuerdos oportunos.

¿Quién decidirá qué activos y a quién se deben vender, Gas Natural o el Gobierno?

Nosotros haremos una propuesta sobre las desinversiones que nos ha exigido el Gobierno, y ésta la aprobará el ministerio. A quién se los venderemos, se decidirá en el plazo de ejecución, que es confidencial.

Si hay tanta demanda, el precio a pagar por los activos puede ser importante. ¿Han decidido si los subastarán?

Procuraremos que los precios sean los mejores que podamos obtener, a eso nos vamos a aplicar. Una parte de los activos, como son los de suministro, se venderán mediante subasta y, la otra, de la mejor manera para nuestros intereses.

Han surgido problemas con las filiales europeas de Endesa, cuyos socios minoritarios rechazan a Iberdrola. ¿Han llegado a hablar con ellos?

Hemos tenido contactos pero no hemos percibido un rechazo. Nuestra voluntad es cumplir el compromiso con Iberdrola, pero hemos de ver cuáles son los derechos a favor de los socios minoritarios, que puede que no conozcamos en su totalidad, y que serán respetados.

Hay quien dice que el Gobierno, al no decir nada sobre el pacto de Iberdrola, le está otorgando validez, pues alguna condición está hecha a su medida.

Yo creo que no era el momento para que el Gobierno dijera nada sobre el pacto. Cualquier acuerdo debe ser notificado a Competencia en un nuevo expedientes. Ahora, el que quiera los activos tendrá que notificarlo y seguir un proceso paralelo.

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