Las medidas de la Ley de Igualdad serán voluntarias
La Ley de Igualdad establecerá una serie de recomendaciones y buenas prácticas para aplicar a través de los convenios, y no medidas de aplicación forzosa por parte de las empresas. El nuevo permiso de paternidad sí tendrá, sin embargo, carácter obligatorio en la norma que el Gobierno quiere aprobar el próximo 3 de marzo. Los sindicatos lo consideran insuficiente y aseguran que no respaldarán la ley si no se modifica.
Los empresarios podrían haber ganado una primera batalla en la reforma laboral. La CEOE ha logrado que la mayor parte de las medidas previstas en la Ley de Igualdad sean recomendaciones de buenas prácticas, y no normas de obligado cumplimiento por parte de las empresas. Entre ellas figuran la implantación de planes de igualdad o la adopción de un horario flexible para conciliar su vida laboral y familiar. Tal como está redactado el texto en estos momentos, estas medidas serán recomendaciones y para su implantación deberán ser acordadas por empresas y trabajadores mediante los convenios colectivos.
El Ejecutivo responde así a las inquietudes mostradas por la patronal, que había rechazado la obligatoriedad de los planes de igualdad por su elevado coste y por considerarlo una intromisión en la libertad de organización de la empresa. El único compromiso que sí será un derecho plenamente exigible por el trabajador será el permiso de paternidad de 10 días promovido por el Ejecutivo.
La decisión de limitar el alcance de la normativa hizo imposible el viernes un acuerdo entre Gobierno, patronal y sindicatos. Las centrales salieron de la reunión anunciando que la norma era 'decepcionante' y que no respaldarían la norma sin no se introducen cambios. Los sindicatos consideran que la futura ley 'es una mera declaración de intenciones', según señaló Almudena Fontecha, secretaria de Igualdad de UGT.
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Las medidas no serán obligatorias
La principal decepción de los sindicatos radica en que la ley no obligará a las empresas a elaborar planes de Igualdad, 'ni siquiera a las de más de 250 trabajadores, tal y como quiere vender el Gobierno', señaló Dolores Liceras, secretaria de Empleo de Comisiones Obreras.
Pese a ello, los empresarios tampoco terminan de ver con buenos ojos esta ley, sobre todo la parte que mejora la protección social que, entre otras cosas, implica que se rellenen las lagunas de cotización de los permisos y excedencias.
El Ejecutivo está decidido a aprobar la ley el próximo 3 de marzo, lo que limita notablemente el calendario de negociación disponible. Y aunque quedan un par de semanas para tratar de alcanzar un acuerdo, el Gobierno parece poco dispuesto a hacer los cambios que le reclaman los sindicatos. El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, instó el viernes a Comisiones Obreras y a UGT a que 'no olviden que el ámbito empresarial es donde deberá desarrollarse la ley, por lo que no debemos ser sólo voluntaristas, sino que las medidas que acordemos deben ser encajables y digeribles' por las empresas. Las únicas modificaciones que estudiará el Gobierno, según explicó Gómez, será la posibilidad de extender el permiso de paternidad a las adopciones y que éste se pueda disfrutar durante las 16 semanas del permiso materno.
Así las cosas, fuentes cercanas a la negociación auguran que el Gobierno podría tener que aprobar la ley sin contar con el apoyo de los agentes sociales. Además, los sindicatos precisaron que la falta de acuerdo sobre la Ley de Igualdad dificultará el consenso en el conjunto de la reforma laboral.
Algunas novedades que recoge la norma
Planes y medidas. La medida que más rechazo empresarial causó desde el principio fue la de la obligatoriedad de que las empresas adoptaran planes de igualdad. El texto elaborado por el Gobierno suaviza esta exigencia. Así la norma dice: 'en todo convenio colectivo que afecte a empresas de más de 250 trabajadores existirá la obligación de negociar las medidas relativas al fomento de la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres'. Según esta redacción las empresas de más de 250 trabajadores sólo deberán negociar 'medidas', no un plan de igualdad, que sólo deberá adoptarse si quiere la empresa.Jornada flexible. La ley de igualdad establece que 'el trabajador tendrá derecho a la adaptación de su tiempo de trabajo para hacer efectivo el derecho de conciliación de su vida laboral, personal y familiar'. Pero a esto la norma añade una coletilla en la que se precisa que esta flexibilidad horaria será 'en los términos que se pacte en los convenios colectivos'. Esto por tanto no establece un derecho del trabajador a la jornada flexible, similar al que existe, por ejemplo, en la actualidad a la reducción de jornada a los padres con hijos menores de seis años. Ahora los convenios ya pueden fijar cualquier flexibilidad de jornada , sin que exista una ley. Permiso del padre.El gobierno va a cumplir su promesa electoral de crear un permiso de paternidad retribuido, que será de diez días. Este será uno de los puntos de la Ley de Igualdad que sí será un derecho y no un beneficio a pactar en los convenios. En realidad, el nuevo permiso será de ocho días, según la ley, que deberán sumarse a los dos días de permiso que ya recoge el Estatuto de los Trabajadores. Así, los dos días que ya existen seguirán siendo costeados por la empresa y los ocho nuevos los pagará la Seguridad Social. La ley no precisa qué ocurrirá en los casos en los que los convenios ya recogían mejoras en los permisos de paternidad.Jurisprudencia.Una de las quejas manifestadas ayer por los sindicatos es que la Ley de Igualdad ha limitado algunos derechos que la jurisprudencia había otorgado ya. Por ejemplo, fuentes sindicales, indicaban que existen sentencias que autorizan la posibilidad de fraccionar las excedencias por cuidado de hijos, más de lo que permite la nueva ley. En esta misma línea, la jurisprudencia ha dicho que en caso de despido de un trabajador acogido a reducción de la jornada, la indemnización se calculará con la jornada completa y la futura ley dice que, a efectos de la indemnización, sólo computarán como jornada completa tres de los seis años.