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EFECTO TIC
Tribuna
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BlackBerry: ¿innovación vs patentes?

NTP, la compañía que ha demandado al fabricante de la BlackBerry, Research in Motion (RIM), no produce ningún producto ni ofrece ningún servicio. Se trata de una estructura legal creada por el difunto Thomas Campana y su abogado, Donald Stout, para proteger las patentes estadounidenses de los inventos de Campana, relacionados con los sistemas inalámbricos de datos.

RIM es una empresa creada en los años ochenta por unos emprendedores -aún estudiantes- que lanzó al mercado en 1999 la BlackBerry, un dispositivo inalámbrico parecido a un teléfono móvil que permite consultar el correo electrónico. A pesar de la facilidad de uso del aparato, la tecnología que alberga es compleja. RIM consiguió desarrollar la tecnología ­hardware y software-, crear un producto atractivo para los ejecutivos, asociarlo a una marca e incluso licenciar el software a importantes productores de dispositivos móviles. En el año 2000 apareció NTP en escena, pidiendo a RIM que licenciara sus patentes, sobre las que supuestamente ¢descansaba¢ la tecnología utilizada para la BlackBerry. Los tribunales han considerado que realmente así era.

Las patentes están para proteger las innovaciones y, por tanto, incentivarlas. Por ello, si alguien quiere usar una tecnología protegida, tiene que gozar del visto bueno del propietario y pagarle una licencia por su uso. En el mundo del software, las innovaciones son incrementales y hay multitud de patentes, por lo que las empresas las infringen con mucha facilidad. Normalmente, la solución está ahí: se suelen infringir patentes unas a otras, con lo cual se ¢anulan¢ las licencias mutuas que se tendrían que pagar. En el caso de RIM, el problema es que NTP no innova en el área.

Está claro que esta situación, en la que una empresa sin capacidad innovadora ni productiva obstaculiza la actividad de otra que ha luchado para llevar una tecnología al mercado, no es la más idónea para la innovación. Es, sin embargo, una consecuencia de la lógica del sistema de patentes. Los creadores de la tecnología tienen derecho a defender su propiedad intelectual, aunque sea a través de empresas especializadas en ello en sectores donde se cuestiona la misma efectividad del sistema.

Precisamente éste es el otro extremo al que ha llegado el sistema de patentes: la relajación de los criterios que garantizan la patentabilidad, especialmente en el área del software, dónde los examinadores no tienen mucha experiencia. El mismo responsable de la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos, James Rogan, reconocía que muchas patentes de métodos de negocio se habían concedido de forma incorrecta. Esta falta de rigurosidad en la adjudicación de patentes ha desencadenado que las empresas acudan de forma regular a los tribunales. De hecho, NTP ha visto como la oficina de patentes estadounidense reexaminaba sus registros y los declaraba inválidos, por considerar que se omitió información relevante sobre el ¢estado de la técnica¢ existente en el momento de su concesión. La empresa tiene ahora el derecho de apelar, en un proceso paralelo al que ella ha iniciado contra RIM.

La falta de rigurosidad parece haber llevado ante los tribunales a todo un sector que, en apariencia, ofrece el mismo servicio: correo electrónico en un dispositivo portátil a través de una red inalámbrica. Recientemente, Visto llevaba a juicio a Good Technology asegurando que infringía sus patentes. A su vez, Good y RIM se denunciaron mutuamente hace unos años por problemas de patentes. Y Visto ha denunciado a Microsoft por la misma razón.

En todo caso, no está claro que RIM vaya a detener el servicio para sus BlackBerry, tal y como ha pedido NTP a los tribunales. Al fin y al cabo, el negocio de NTP es licenciar sus patentes y, por tanto, le interesa que RIM siga comercializando su dispositivo móvil. Esta petición parece más una medida de presión destinada a forzar a RIM a alcanzar un acuerdo económico, que una amenaza real de cierre. De hecho, las dos empresas habían llegado a principios de 2005 a un acuerdo, que nunca llegó a buen puerto, en el que RIM se comprometía a pagar a NTP 450 millones de dólares.

Además, el departamento de Justicia estadounidense ha pedido al tribunal que garantice el funcionamiento de la BlackBerry para el millón de empleados gubernamentales ­de los cuatro millones de usuarios que BlackBerry tiene en Estados Unidos¦mdash; que usan estos dispositivos para comunicarse en emergencias.

Y mientras tanto, RIM tranquiliza a sus usuarios e inversores con el anuncio de un plan alternativo al cierre en caso de que el juez le obligase a ello. La empresa asegura que sustituirá el actual software de la BlackBerry por otro que no infrinja las patentes de NTP y, de este modo, podría continuar ofreciendo sus servicios. Pero la pregunta que atenaza desde hace tiempo al mundo del software continuará sin respuesta: ¿son las patentes enemigas de la innovación en este sector?

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