El BCE relevará a Issing con otro banquero del ortodoxo Bundesbank
Jürgen Stark, vicepresidente del banco central alemán Bundesbank, formará parte del consejo ejecutivo del Banco Central Europeo tras obtener el beneplácito de los Gobiernos europeos. Así lo decidió ayer el Consejo de Ministros de Finanzas de la Unión, cuya resolución será ratificada en marzo por el Consejo de la Unión Europea.
Stark, de 57 años, ocupará el puesto que dejó en junio Otmar Issing, un alemán conocido por ser uno de los seis miembros del Consejo Ejecutivo del BCE que con más dureza ha luchado contra la inflación. Con este relevo, Alemania logra mantener a un miembro en el Consejo, y en principio se garantiza que la doctrina ortodoxa del Bundesbank seguirá en el BCE. Pero su cargo a las órdenes de Trichet podría ser diferente del que ostentaba Issing como economista jefe.
Como arquitecto del marco fiscal y monetario del euro, Stark 'es el hombre adecuado en el sitio adecuado', dijo el primer ministro luxemburgués y ministro de Finanzas, Jean-Claude Juncker, en Bruselas.
Stark fue uno de los autores en los años noventa del Pacto de Estabilidad que estableció los límites de los déficits presupuestarios para los países de la eurozona, y el año pasado se convirtió en uno de los principales banqueros centrales en advertir de la necesidad de subir los tipos de interés para controlar la inflación.
'Stark tiene mucha credibilidad', dijo Elwin de Groot, un economista de Fortis Bank NV en Ámsterdam. 'Encaja con la tradición del BCE'. Stark no necesariamente desempeñaría el papel de economista jefe que Issing tuvo desde la introducción del euro en 1999. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, podría reasignar ese puesto y dar a Stark un departamento menos importante.
'Está claro que los trabajos de Issing se dividirán y la relevancia del papel de economista jefe disminuirá', dijo Stephan Rieke, economista del BHF-Bank, en Fráncfort.
Stark, de la vieja escuela germana
Jürgen Stark sirvió durante dos mandatos como vicepresidente del Bundesbank. Como subsecretario de Finanzas en el Gobierno de Helmut Köhl, entre 1995 y 1998, Stark coadyuvó a negociar las normas para proteger el euro limitando los déficit presupuestarios de los países de la zona. Stark perdió varias oportunidades de promoción en el pasado. En 1998, Kohl nombró a Issing como primer representante en el Consejo del banco, pasando sobre Stark. Gerhard Schröder también desairó dos veces a Stark al nombrar otros presidentes para el Bundesbank, en 1999 y 2004.