Directiva Bolkestein, la ocasión perdida

Incluso vaciada de su contenido, la Directiva Bolkestein sobre liberalización de servicios en la UE sigue siendo un espantapájaros utilizado por la izquierda francesa para esforzarse en movilizar a una audiencia que ya debería tener ganada.

Las manifestaciones contra el texto sometido esta semana al voto de los europarlamentarios señalan más el rito o la demagogia que una estrategia política (...). Proseguir la polémica no sirve sino para mantener la confusión y debería descalificar a sus promotores. En sus manos, la Directiva Bolkestein ha servido para enterrar la Constitución europea y para sumergir al continente en un impasse político del que no saldrá en mucho tiempo (...).

La directiva del ex comisario holandés se ha convertido en el símbolo de una gigantesca oportunidad perdida. La de la liberación exitosa de los servicios, un sector que representa el 70% de la economía europea y más de la mitad de los empleos. Una necesidad urgente si los europeos quieren, hoy, conservar su rango y, mañana, mantener su modo de vida.

La directiva de servicios no consistía en introducir en la Unión Europea la ley de la jungla, sino, al contrario, facilitar que Europa pueda luchar mejor en la jungla de un mundo en movimiento.