La OCDE aconseja a España que abarate el coste del despido
La productividad española creció entre 1995 y 2003 un 0,3% anual, frente al 1,7% de la UE de los 15. La OCDE relaciona en un informe este decalaje con el exceso de temporalidad del mercado laboral, que dificulta la formación continua, y pide un abaratamiento del despido para reducir aquella.
El exceso de contratación temporal es una de las causas de la baja productividad de la economía española. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, que asesora a los treinta países más ricos del planeta), la 'dualidad' del mercado laboral español, donde un tercio de los trabajadores tiene contrato temporal, lleva aneja una 'escasa formación' para los empleados. Los datos son elocuentes: el PIB por hora trabajada en España creció entre 1995 y 2003 apenas tres décimas, frente a casi dos puntos en la Unión Europea anterior a la última ampliación. Según la última encuesta de población activa, la tasa de temporalidad supera en España el 33%, más del doble que en la UE de los 15 (sin los países de la ampliación).
Para atenuar esta tendencia, la OCDE pide que se acorte la diferencia de protección entre contratos fijos y temporales, mediante la reducción de las indemnizaciones por despido en los primeros y el reforzamiento de los controles sobre el uso fraudulento de los segundos.
España se ha librado de la quema del estancamiento económico europeo en los últimos años, pero lo ha hecho, casi exclusivamente, vía empleo y tiempo de trabajo. La pérdida relativa de productividad se refleja crudamente en las estadísticas: Si entre 1985 y 1993 el PIB por hora creció por encima del 2% anual, en el decenio siguiente la velocidad del avance se dividió entre siete.
El crecimiento de España en el último decenio se debe al aumento del número de horas trabajadas
En cuanto a la determinación de los salarios, la OCDE recomienda a España que descentralice la negociación colectiva, suprimiendo la obligatoriedad de los acuerdos sectoriales. La negociación sectorial y provincial produce, según el informe, 'efectos adversos para la competitividad internacional y las oportunidades de empleo'. También pide que se eliminen las cláusulas de indexación de los salarios a la inflación, aunque reconoce los 'recientes acuerdos nacionales para limitar el incremento salarial'.
En la segunda edición del informe En busca del crecimiento (la primera fue publicada el año pasado), la OCDE se hace eco de la situación del mercado de la vivienda en España: 'Deberían reformarse las regulaciones sobre el suelo, y eliminarse las deducciones impositivas por adquisición de vivienda para recuperar la neutralidad fiscal' frente al mercado del alquiler. El texto, coordinado por el economista jefe del organismo, Jean-Philippe Cotis, recomienda una revisión del sistema público de pensiones, hasta 'hacerlo actuarialmente más justo' -es decir, elevando la correlación entre las aportaciones y las prestaciones a recibir- para rebajar la presión sobre las finanzas públicas a partir del lustro 2015-2020. La OCDE considera que, de otro modo, España tendrá que afrontar por entonces un fuerte incremento de los impuestos y de los costes laborales.
El informe divide a los países de la OCDE en función de sus avances en el ámbito de la productividad. Estados Unidos, Japón y los países nórdicos lideran una clasificación cerrada por el sur y centro de Europa. En estos últimos -donde se incluye España-, el grado de innovación es 'débil', y debe buscarse 'una mayor competencia en los mercados de productos' y 'mejoras en la educación'.