Francia se moviliza contra el contrato basura para jóvenes
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, se enfrenta hoy a su primer pulso contra los sindicatos desde que llegó al poder en junio pasado. Las organizaciones sindicales y las asociaciones de estudiantes han convocado para hoy una huelga contra la flexibilización del mercado laboral y el contrato basura para jóvenes, impulsados por él mismo. Se esperan un centenar de manifestaciones en las principales ciudades de Francia. La más importante saldrá á a las 14.00 horas de la Plaza de la Bastilla, en París.
A la izquierda y a los más afectados, los jóvenes, les ha desagradado especialmente su propuesta de "contrato de primer trabajo" (CPE), destinado a los menores de 26 años, en empresas de más de 20 trabajadores. En él se recoge la posibilidad de que la empresa pueda despedir al trabajador durante los dos primeros años de empleo, un periodo que el primer ministro, Dominique de Villepin, ha bautizado con el eufemismo de "consolidación en la empresa". Villepin considera que esta posibilidad de despido sin explicaciones ni indemnizaciones abre "una vía de acceso directo al contrato indefinido" a los jóvenes, entre los que el índice de paro ronda el 23%, frente al 9,5% para la población activa en general. La ley se discute estos días en la Asamblea Nacional.
Descontento popular hacia el proyecto
La mayoría de los sondeos publicados por la prensa francesa estos días reflejan la poca simpatía que ha causado la propuesta de ley del primer ministro. El 67% de los franceses considera justificada la movilización convocada para hoy por los sindicatos, según un estudio del instituto BVA, encargado por el diario económico Les Echos. æpermil;ste también muestra que el 60% de los encuestados piensa que el llamado contrato de primera contratación (CPE) aumentará el número de jóvenes en situación de precariedad, una proporción que sube al 64% entre los más afectados, de entre 15 y 24 años de edad.
Otra encuesta publicada hoy en Libération asegura que el 52% de los franceses rechaza esta reforma, mientras que sólo el 40% la apoya.
Los jóvenes son quienes ven con peores ojos este cambio sustancial del mercado laboral de Villepin, que ya puso en marcha una iniciativa parecida con los contratos nuevo empleo (CNE), concebidos para las pequeñas y medianas empresas.
Con las vacaciones escolares de febrero en París y parte del suroeste; y cuando los estudiantes acaban de terminar sus exámenes parciales, hay dudas sobre el seguimiento que tendrán las manifestaciones convocadas para hoy.
La impecable imagen de Villepin, afectada
Las tensiones con los sindicatos están provocando una erosión en la imagen pública del primer ministro, que ha triunfado en los sondeos desde su llegada al Palacio de Matignon, sede del Gobierno. La popularidad del jefe del Ejecutivo ha pasado, en un mes, del 49 al 44%, e iguala, prácticamente, a las opiniones negativas (43%).
La oposición socialista, comunista y verde considera que esta reforma conllevará una "precarización del trabajo" y anunció que presentará una "larga batalla" en la Asamblea para retrasar lo máximo posible, por vía de enmiendas, la aprobación del texto y desgastar al Ejecutivo. La centrista UDF también está en contra de la ley, pero no apoya las movilizaciones.
El Gobierno podría decidir aprobar la ley por decreto, para evitar el farragoso combate parlamentario, como no descartó, ayer, Dominique de Villepin. "Deseamos un debate en la Asamblea, pero si hay obstrucción, ya veremos".