Puñetazo a las petroleras
Es típico de las compañías que quieran anunciar que sus beneficios crecen, pero la política energética del Congreso de EE UU hoy es tal que Exxon bombardea a los medios de comunicación reduciendo el total de sus ganancias de 36.100 millones de dólares. La última vez que las grandes petroleras declararon sus ingresos, sus ejecutivos desfilaron por el Senado donde fueron interrogados sobre los altos precios del carburante (...).
Los altos precios reflejan una gran demanda en los principales países consumidores (...). También reflejan la inestabilidad política en algunos de los mayores países productores, entre ellos Irak, Irán y Nigeria. Pero la peor respuesta a tales incertidumbres es robarles los beneficios a las compañías que necesitan diversificar su oferta global.
Por desgracia, esto es exactamente lo que se proponen hacer los políticos de EE UU. El impuesto a las ganancias 'extraordinarias', que aumenta los impuestos sobre las petroleras (...) ya ha pasado por el Senado. Una medida particularmente insidiosa ya que se trata de un ataque posterior sobre unos beneficios que han sido obtenidos por la compañía bajo la ley actual. Si el Congreso puede, por capricho, pasar una ley confiscando las ganancias pasadas, EE UU no se diferencia mucho de la Rusia del presidente Putin y de Yukos (...)