Mario Vargas Llosa se sube a un escenario en Madrid
El escritor hispano peruano Mario Vargas Llosa no sabía muy bien donde se metía. 'La idea inicial es que leería relatos sobre un escenario. Pero las cosas fueron cambiando de forma paulatina y al final tengo que contar e, incluso, que interpretar', aclara. Este fin de semana, el viernes y el sábado a las 20.00 horas y el domingo a las 18.00 horas, el novelista se transformará en actor para protagonizar, junto con Aitana Sánchez-Gijón, La verdad de las mentiras en el Teatro Español de Madrid.
Vargas Llosa es el encargado de relatar, que no de leer, cinco historias elegidas por él. 'Los textos son la materia prima, un punto de partida, pero se trata de una versión, no de una fotografía fidedigna. En realidad es una reelaboración; el espíritu sí se preserva pero con libertades', explica el literato.
Los cinco relatos elegidos por Vargas Llosa son Diálogo entre el amor y un viejo, de Francisco Ayala -que estará presente en la sesión del domingo-; A rose for Emily, de William Faulkner; ¡Diles que no me maten!, de Juan Rulfo; El infierno tan temido, de Juan Carlos Onetti y El Aleph, del autor argentino Jorge Luis Borges.
La idea le surgió a Mario Vargas Llosa en un viaje a Italia donde fue a dar una conferencia en la escuela del escritor italiano Alessandro Baricco. æpermil;ste le relató al hispano peruano que había realizado un experiencia similar a la que ahora ha puesto en marcha Vargas Llosa. Desde entonces anduvo dándole vueltas al proyecto hasta que pudo poner el montaje en práctica en Barcelona el año pasado con motivo del Año del Libro y la Lectura. Para esa ocasión, uno de los relatos elegidos fue un texto del Quijote.
El segundo montaje se realizó en México, concretamente en la ciudad de Guadalajara, con ocasión de la Feria Internacional del Libro. Madrid es la tercera vez que se realiza, aunque como resalta la actriz Aitana Sánchez-Gijón, en cada ocasión es diferente. 'El trabajo es sorprendente, en las dos ocasiones se han introducido textos nuevos y se han realizado variaciones en los que repiten', declara.
Pero todavía hay más. Mario Vargas Llosa no tiene un texto que leer o interpretar. Tiene unas bases, pero en cada pase cuenta los relatos, de forma distinta. 'Pienso que no va a encontrar la palabra concreta o que no va a poder darme paso' -explica Aitana Sánchez-Gijón- 'pero siempre lo resuelve. Tiene muy dentro el sentido del espectáculo'.